El exportavoz de Sumar, Íñigo Errejón, ha contratado a una abogada ciertamente polémica debido al perfil de sus últimos clientes. El expolítico ha fichado a Eva Gimbernat, quien defendió a uno de los condenados por el caso Alsasua.
Eva Gimbernat fue la encargada de representar a uno de los jóvenes condenados por la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en un restaurante situado en Alsasua, localidad navarra. El caso Alsasua estuvo en el foco mediático en 2016 por la brutalidad de la agresión a los agentes cuando se encontraban fuera de servicio. Se saldó con unas penas de prisión de hasta nueve años para los dos jóvenes, que fueron condenados por las cuatro agresiones. Estos hechos se juzgaron como actos de terrorismo por la Audiencia Nacional, pero finalmente en el juicio se descartó esta tipificación del delito.
Esta letrada es conocida por participar de manera activa en causas relacionadas con los derechos civiles. Ella fue la encargada de defender la absolución de Jon Ander Cob.
Otro caso con recorrido en los periódicos con Gimbernat de por medio fue la causa abierta por la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE). Se querellaron por hechos cometidos en El Salvador relacionados con derechos humanos en la Audiencia Nacional.
La abogada de Errejón defendió a los proetarras del caso Alsasua
Ahora, Errejón, ha decidido confiar su defensa legal a Gimbernat tras la denuncia hecha en redes sociales de hasta cuatro mujeres, acusándole de supuesta agresión sexual. Estas mujeres ya han denunciado ante la Policía al exportavoz de Sumar. La denunciante más polémica debido a su perfil publicado es la actriz Elisa Mouliaá. El juez encargado del caso, Adolfo Carretero, ha decidido suspender de manera provisional hasta que la abogada de la artista afectada termine su baja por embarazo.
Errejón ha declarado que la denuncia presentada por Elisa Mouliaá por una supuesta agresión sexual sucedida en 2021, es “falsa”. Ha sorprendido debido a que él mismo defendía durante su andadura política que las denuncias falsas de agresión sexual o violencia machista no existía. A través de su cuenta personal publicó un mensaje que decía: “No hay denuncias falsas, hay una derecha fanática cuyo trabajo es criminalizar a las mujeres”.
Un discurso que resulta contradictorio dada su postura actual, ya que afirma que la denuncia de Elisa Mouliaá es falsa. Sin embargo, hace cuatro años, no consideraba que tales denuncias pudieran tener un carácter falso. Además, critica que negar la existencia de estos hechos era una posición propia de la derecha fanática, aunque él mismo ha dejado claro que su ideología no pertenece a ese espectro político.