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En medio de la reciente crisis diplomática entre España y Argentina, ambos países han comenzado a restablecer canales de comunicación. La semana pasada, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, sostuvo la primera conversación telefónica con su homóloga argentina, Diana Mondino, desde que España decidió retirar a su embajadora en Buenos Aires.
Este diálogo, que se produjo a iniciativa de la canciller argentina, se desarrolló en un “tono cordial” y abordó diversos temas, incluido el conflicto en Oriente Próximo. Ambos ministros coincidirán en un desayuno de cancilleres iberoamericanos en Nueva York a finales de septiembre, durante la Asamblea General de la ONU, aunque aún no se ha confirmado si mantendrán una reunión bilateral.
Coincidencias en foros internacionales
La conversación entre los ministros tuvo lugar en un contexto de coincidencias en distintos foros multilaterales. España y Argentina firmaron una declaración conjunta en Santo Domingo, junto con otros países, instando al régimen de Maduro a cesar la represión en Venezuela. Además, todos los cancilleres iberoamericanos, incluida Mondino, aprobaron que la próxima cumbre de la Comunidad Iberoamericana, en 2026, se celebre en España.
Un camino hacia la normalización
A pesar de estos avances, la normalización completa de las relaciones entre ambos países aún no se ha alcanzado y solo se concretará cuando España designe a un nuevo embajador en Argentina. La retirada definitiva de la diplomática María Jesús Alonso Jiménez en mayo pasado marcó uno de los puntos más álgidos de la crisis, desencadenada por las declaraciones del presidente argentino, Javier Milei, quien calificó a la esposa del presidente español, Pedro Sánchez, de «corrupta» en un mitin en Madrid. A estas declaraciones le siguieron una serie de insultos que tensaron aún más las relaciones diplomáticas.
Las reacciones y la respuesta de Argentina
Pese a la gravedad de la situación, la canciller argentina, Diana Mondino, minimizó la crisis, calificándola como una «anécdota» y un asunto «interno y político» que no afecta las relaciones entre ambas sociedades. Aun así, Milei regresó a Madrid en junio, donde fue galardonado por Isabel Díaz Ayuso y volvió a lanzar ataques verbales contra Sánchez.
Intereses mutuos en juego
A pesar de las diferencias políticas e ideológicas, tanto España como Argentina tienen razones para evitar que estas afecten sus relaciones bilaterales. España es el segundo mayor inversor extranjero en Argentina, con una inversión acumulada de 18.000 millones de euros, y la comunidad española en Argentina es la más numerosa del mundo, con 482.176 ciudadanos. Estos factores subrayan la importancia de mantener una relación estable entre ambos países.