La Audiencia Nacional inicia esta semana el juicio contra Gaizka Astorquizaga, conocido como ‘Fito’, quien enfrenta graves cargos por un ataque incendiario en una sucursal bancaria de Kutxabank en Ea, Vizcaya. Según la Fiscalía, el acto se perpetró con el objetivo de «generar terror entre la población» y como una reivindicación por la situación de los presos de ETA.
El ataque tuvo lugar el 13 de mayo de 2020, cuando Astorquizaga, acompañado por Aroa Eguia y Ander Izaguirre, lanzó un objeto incendiario contra la fachada del banco. Previamente, los atacantes pintaron con spray rojo el nombre de Patxi Ruiz, un etarra condenado a 30 años de prisión por el asesinato de Tomás Caballero, concejal de UPN, en 1998. Después, utilizaron una maza para golpear el cajero automático y posteriormente lo incendiaron, provocando un incendio que afectó gravemente la fachada del edificio.
Las autoridades locales respondieron rápidamente al incidente, llegando al lugar diez minutos después de iniciado el fuego. Sin embargo, dada la magnitud del incendio, fue necesario el despliegue de una dotación de bomberos para controlar y extinguir las llamas, que amenazaban con extenderse al resto del edificio.
La Fiscalía, en su escrito de conclusiones provisionales, ha solicitado una pena de 18 años de cárcel para Astorquizaga, acusándolo del delito de incendio terrorista con la agravante de reincidencia. El historial delictivo de ‘Fito’ no es menor: en 2011, la misma Audiencia Nacional lo condenó a 6 años de prisión por colocar un explosivo en otro cajero automático en Bilbao, aunque la pena fue reducida a 4 años por el Tribunal Supremo debido a que la bomba no llegó a detonar.
Para los otros dos acusados, Aroa Eguia y Ander Izaguirre, la Fiscalía ha solicitado penas de 16 años de cárcel cada uno por su participación en los hechos. Además, se ha exigido que los tres acusados indemnicen conjuntamente con 64.531 euros a la entidad bancaria Kutxabank por los daños ocasionados durante el ataque.
El acto vandálico fue reivindicado por el grupo ‘Amnistia Ta Askatasuna’ (ATA), un colectivo disidente surgido tras el cese definitivo de la actividad armada de ETA en 2011. ATA, posteriormente conocido como ‘Movimiento a favor de la amnistía y contra la represión’, ha reivindicado una serie de actos violentos entre 2017 y 2020 como parte de su campaña para la liberación de presos de ETA. Este colectivo ha mostrado su rechazo a la estrategia oficial de la izquierda abertzale, manteniendo una postura más radical en la defensa de los presos etarras.