Salvador Illa, candidato del PSC en las elecciones catalanas, muestra disposición a pactar con Junts después de los comicios si estos no priorizan la independencia. En una entrevista con Cadena Ser, Illa indica que buscará evitar el bloqueo y formar un gobierno representativo. Destaca la importancia de la estabilidad, la socialdemocracia y la atención a los servicios públicos en las negociaciones postelectorales.
Illa enfatiza que no cerrará las puertas a ningún partido y que su objetivo principal es evitar un escenario de bloqueo político. Señala que, si bien es consciente de que «A cualquier precio va a ser muy difícil», está dispuesto a explorar las posibilidades de entendimiento con todas las fuerzas políticas, en sus palabras: «vamos a esperar y a ver por qué camino optan y por qué». Illa aceptará a la formación independentista siempre y cuando compartan su visión de priorizar el bienestar de la sociedad catalana sobre los intereses partidistas.
Por otro lado, Carles Puigdemont, líder de JxCat, cierra la puerta a un acuerdo con el PSC tras las elecciones del 12M y ha dejado la pelota en el tejado de ERC para que aclare si hará presidente al candidato socialista, Salvador Illa.
En una rueda de prensa en Argelès-sur-Mer (Francia), Puigdemont descarta la posibilidad de respaldar a Illa como presidente de la Generalitat con los votos de Junts. Advierte una presidencia de la Generalitat del PSC con los votos del PP «es incompatible» con el apoyo de Junts al Gobierno central de Pedro Sánchez.
«Todo lo posible para que no haya un bloqueo»
Puigdemont también señala que, aunque una repetición electoral sería negativa, estaría dispuesto a presentarse como candidato de Junts y realizar campaña en Cataluña de manera presencial para equipararse con los demás aspirantes a la presidencia. Asegura que estaría activo en la campaña, trabajando en igualdad de condiciones para competir en las elecciones y promover la agenda independentista.
El rechazo de Puigdemont a pactar con el PSC refleja las tensiones políticas y estratégicas en el panorama catalán. Mientras Illa busca un entendimiento amplio para garantizar la estabilidad y el progreso social, Puigdemont prioriza la defensa de los intereses independentistas y se muestra inflexible en su postura frente a posibles alianzas con partidos no afines a la causa soberanista.
La formación de un gobierno estable y funcional tras las elecciones del 12M presenta un desafío considerable, que dependerá en gran medida de la voluntad de los actores políticos para superar sus diferencias y trabajar en beneficio del conjunto de la sociedad catalana.