Izquierda Española, liderada por Guillermo del Valle, ha anunciado su primer congreso político, previsto para marzo o abril del próximo año. Bajo el lema de «cuestionar sin complejos» el actual modelo autonómico, el evento marcará un antes y un después para esta formación de izquierda antinacionalista que busca consolidarse como una voz influyente en la política española.
La formación, que debutó sin éxito en las elecciones europeas, planea utilizar este cónclave como una plataforma para redefinir su identidad y afianzar su programa político. La convocatoria será clave para poner en el centro del debate la recienteralización del Estado, un posicionamiento que han decidido abordar de forma abierta y decidida.
La apuesta de Izquierda Española es ambiciosa , someter a revisión el modelo autonómico que ha definido la estructura territorial de España desde la transición democrática. Para Del Valle y su equipo, la pandemia de COVID-19 y fenómenos recientes como la DANA han evidenciado las debilidades de un sistema que, según ellos, ha derivado en «un Estado disfuncional».
“El Estado autonómico no es más que un sistema que se ha convertido en un fin en sí mismo, dejando de ser un medio para garantizar el bien común”, señalan desde la formación. En su visión, décadas de descentralización han debilitado al Estado al delegar competencias esenciales, lo que consideran un «desastre competencial» que perpetúa la negligencia y la falta de responsabilidad entre administraciones.
La propuesta no busca despertar antagonismos ni responder a lógicas identitarias, aseguran desde el partido, sino devolver al Estado central competencias estratégicas para reforzar los servicios públicos y construir un Estado social más sólido.
Un cónclave para revalidar liderazgos y objetivos
El congreso no solo será un espacio de debate ideológico, sino también de renovación interna. La cúpula actual, encabezada por Del Valle, deberá revalidar su liderazgo, mientras se perfilarán los objetivos del partido para los próximos años. Entre ellos, destaca el propósito de influir en la política nacional y ganar representación en el Congreso de los Diputados, un reto que consideran clave tras su arranque fallido en Bruselas. Además, se espera que el partido ratifique los 30 puntos fundamentales de su programa, elaborado en su mayoría antes de las elecciones europeas. Este documento, que incluye su apuesta por la recentralización y el fortalecimiento del Estado, será revisado y ampliado con nuevas reflexiones surgidas en el congreso.
Izquierda Española también buscará reforzar los trabajos realizados en su plataforma ideológica, El Jacobino, que ha sido un laboratorio de ideas para la formación. Este espacio ha permitido al partido sentar las bases de su crítica al nacionalismo periférico y al modelo autonómico, defendiendo una izquierda unitaria y racional que priorice el interés común sobre los particularismos.
La apuesta de Izquierda Española es, sin duda, audaz. Hasta ahora, ningún partido de izquierda había planteado con tanta claridad la necesidad de recentralizar el Estado. En un contexto político polarizado, donde el debate territorial sigue siendo una de las principales líneas divisorias. La formación liderada por Guillermo del Valle se enfrenta a un doble desafío: consolidarse como una fuerza política relevante en el panorama nacional y romper con la inercia de una izquierda que, históricamente, ha respaldado la descentralización como parte de su ideario. Sin embargo, desde el partido están convencidos de que esta es la dirección correcta. “Es hora de ser valientes y dar ese paso sin complejos”, concluyen.