La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, del PP, ha asegurado este miércoles que el consistorio “no pone banderas en el balcón, pero no por el día del orgullo; no lo pone por el día del ELA, ni el día del Alzheimer, ni el día del cáncer”. Ha lamentado también el “afán de protagonismo” de los socialistas, en la oposición, al desplegar una bandera LGTBI de 60 metros de longitud en las ventanas de su grupo municipal, ubicado frente al edificio principal del Ayuntamiento.
Catalá ha explicado que decidieron hace unos meses transformar esas banderas “en dos mupis laterales que son electrónicos, que son los que utilizamos para la ELA, para el cáncer y para todo; y para el orgullo, por supuesto”.
La alcaldesa de Valencia se pronunció en estos términos este jueves preguntada por la gran bandera arcoíris desplegada en las dependencias del grupo municipal socialista. Catalá añadió que respeta la libertad de su oposición “de poner en sus despachos lo que consideren, pero si pongo la bandera del orgullo también pongo la del Alzheimer, también pongo la del ELA, también pongo la del cáncer y también pongo la de todas las banderas y necesidades sociales que tiene esta ciudad”.
El colectivo y la oposición no ven con buenos ojos las palabras de Catalá
Sus palabras han generado un enorme revuelo en redes sociales al considerar, especialmente los partidos de la oposición, que se estaba equiparando a las personas LGTBI con enfermedades. Por ejemplo, la actual ministra de Igualdad Ana Redondo, quien ha publicado en su cuenta de X un mensaje dirigido a Catalá: “Querida alcaldesa, la OMS eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades psiquiátricas en 1990, en el siglo pasado. Amar no es una enfermedad”.
Querida alcaldesa, la OMS eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades psiquiátricas en 1990, en el siglo pasado.
— Ana Redondo (@_anaredondo_) June 26, 2024
Amar no es una enfermedad.
Vivir como cada uno siente y quiere vivir, tampoco. #OrgullosamenteLibreshttps://t.co/ziSfGwZ5cw
También el portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, ha comentado: “Que dice la alcaldesa de València, del PP, que ella no pone la bandera del orgullo porque no pone la de ningún tipo de enfermos. Debería disculparse o dimitir de inmediato”.
Ante las críticas, la alcaldesa de Valencia ha descartado de plano el hecho de que ella haya establecido una comparación entre la diversidad sexual y las enfermedades. “Hago comparación de días internacionales, no hago ningún tipo de comparación que vaya más allá de días internacionales, sean los que sean. Quien haya pensado que estaba comparando ser una persona LGTBI con una enfermedad se equivoca. Estoy hablando de cómo el Ayuntamiento de València celebra días internacionales, sean los que sean, y qué pancartas se ponen, que ya no se pone ninguna. Eso sí, la pancarta más grande la pone esta noche e Ayuntamiento de València porque se va a iluminar toda su fachada con la bandera LGTBI, por lo tanto, comprometidos con la diversidad”.
La retirada de la bandera, una de las primeras exigencias de Vox
El Ayuntamiento de Valencia, que comparten PP y Vox, anunció el pasado mes de noviembre que dejaría de colgar en su balcón pancartas conmemorativas de días o celebraciones señaladas. El Consistorio justificó esta decisión entre otros motivos, en la necesidad de reducir el uso del plástico con el que están hechas las pancartas y dar más visibilidad a las reivindicaciones o apoyos que se muestran con ellas.
Sin embargo, a finales de junio del pasado año, poco después de las elecciones municipales, Vox ya exigió la retirada de banderas no oficiales del balcón del Ayuntamiento de València, una medida implantada por el Gobierno municipal de Compromís, el PSPV y València en Comú (Podem), con el alcalde Joan Ribó a la cabeza, ocho años antes.
El portavoz de Vox, Juanma Badenas, presentó un escrito para que, “en aras a los principios de objetividad y neutralidad institucional”, se retirara la bandera LGTBI que se había instalado en el balcón municipal durante el fin de semana.
