La escasez de agua en España es una realidad, con regiones como Cataluña y Tenerife declaradas en situación de emergencia hídrica incluso antes de la llegada del verano. Esta crisis afecta gravemente a sectores clave de la economía, como la agricultura y la industria alimentaria, que dependen en gran medida del agua para su funcionamiento.
Un plan para 2030
Para abordar esta problemática, las soluciones se centran en tres áreas principales: proteger los recursos hídricos disponibles, optimizar su consumo y aprovechar las nuevas tecnologías para desalar o reciclar el agua. El plan de Coca-Cola para 2030 aborda todos estos aspectos, con el objetivo de proteger las cuencas, reducir el uso de agua en sus fábricas, devolver a la naturaleza la misma cantidad de agua que contienen sus bebidas cada año y regenerar toda el agua utilizada en las zonas de mayor estrés hídrico.
La actuación de la compañía en Tenerife
Un ejemplo concreto de esta iniciativa se encuentra en la planta de Coca-Cola en Tacoronte, Tenerife, donde el 100% del agua residual se regenera y se utiliza para regar campos desde 2022. En colaboración con el Consejo Insular de Aguas de Tenerife, Teidagua y la Universidad de La Laguna, se han implementado tecnologías de ultrafiltración en las depuradoras de Valle de Guerra y Punta del Hidalgo para tratar las aguas residuales y aprovecharlas en el riego agrícola.
La implicación de La Laguna
Estos proyectos son especialmente relevantes en zonas agrícolas afectadas por la escasez de agua, donde la recuperación de tierras de cultivo abandonadas es fundamental. La Universidad de La Laguna está llevando a cabo estudios para evaluar la calidad del agua regenerada y su idoneidad para el riego, con resultados preliminares que indican su cumplimiento con los estándares de calidad establecidos.
Otras iniciativas en España
Desde 2008, Coca-Cola ha puesto en marcha 12 iniciativas para reutilizar el agua en España, logrando reincorporar miles de millones de litros de agua a la naturaleza. Además, la empresa se ha comprometido a reducir su consumo de agua en un 20% para 2025, habiendo alcanzado ya una reducción del 18,5% en 2023 en comparación con 2019.