Imagen: Mapa del riesgo de pobreza infantil de España por CCAA-Europa Press
Vivir en el sur de España es un factor de riesgo para ser pobre. Las tasas de pobreza entre las dos mitades del país evidencian una brecha de casi el doble: si el 14,6% de la población del norte de España está en situación de pobreza, en el sur esa proporción se dispara hasta el 27,4%. «Si la parte sur fuera un país, tendría las tasas más elevadas de Europa en todos los indicadores«, ha subrayado este lunes Juan Carlos Llano, responsable de Investigación de EAPN-ES (Red Europea de Lucha contra la Pobreza).
Esta tasa de pobreza podría elevarse en algunos de esos territorios hasta el 50% si no fuera por los recursos que transfiere el Estado. De hecho, la investigación, que forma parte del “XIV Informe El Estado de la Pobreza. Pobreza y territorio. Comunidades autónomas y Europa”, muestra el papel de las ayudas en este sentido: si se eliminasen todas las prestaciones, incluidas las pensiones, 10,8 millones de personas en todo el país estarían en situación de pobreza. “Sin el Estado tendríamos un problema enorme”, ha advertido el investigador. Sólo las pensiones por jubilación ya reducen la tasa de pobreza 16 puntos.
Las regiones “que se encuentran de Madrid al norte conservan bajas tasas de pobreza y/o exclusión social –entre 0,8 y 11,5 puntos porcentuales por debajo de la media nacional-, incluso inferiores a las tasas medias europeas”, afirma el estudio. Por el contrario, las situadas al sur mantienen tasas extraordinariamente elevadas –entre 1,5 y 10,9 puntos porcentuales por encima de la media nacional y, en conjunto, superiores a cualquier país de la UE-. Así, las regiones con mayor tasa de pobreza son Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Valencia, Murcia y las Islas Canarias. En el extremo opuesto se encuentran Madrid, Cataluña, País Vasco, Navarra y las Islas Baleares.
Sin embargo, el aumento del coste de la vida en los últimos años ha ido reforzando otra situación: hay unos dos millones de personas -un 4% de la población del país- que tienen los ingresos suficientes como para no ser considerados pobres y que, sin embargo, no son suficientes para mantener una vida digna. “La subida de los ingresos familiares con carácter general no ha sido capaz de absorber la fuerte subida de los precios y del coste de la energía; y esto genera que la población que está peor tenga más dificultades para asumir la realidad diaria”, ha señalado Carlos Susías, presidente de EAPN-ES, en la presentación de los resultados en el Senado.
Asimismo, el crecimiento económico por sí sólo no es suficiente para garantizar condiciones de vida dignas a todas las personas. Desde 2015, según el informe, mientras el PIB ha crecido en todas las regiones, la tasa de pobreza sólo se ha reducido en diez comunidades, y hay algunas como La Rioja, Madrid o Castilla y León que crecieron más de un 15% pero que, no obstante, solamente consiguieron disminuir sus tasas de pobreza entre un 1 y un 3%. Esto demuestra la necesidad de impulsar políticas que reduzcan la pobreza. “No es un tema de servicios sociales, es un tema económico. Quien se ocupa de la riqueza también debe ocuparse de que no haya pobreza”, ha defendido Susías.