Moemtno de rezo de la comunidad islámioca de Algeciras // Radio Algeciras
Algeciras, la primera ciudad fundada por los musulmanes en Europa en el año 711, vuelve a contar con una comunidad de fieles islámicos organizada. Hoy en día, casi diez mil musulmanes, en su inmensa mayoría marroquíes, celebran en Algeciras festividades importantes como el Eid al-Fitr y la Fiesta del Cordero. En muy poco tiempo constituirán el 10% de la población total de la ciudad.
Cada verano llegan a Algeciras unos dos millones de viajeros que cruzan el Estrecho de Gibraltar desde Marruecos. Este contexto ha impulsado un sector de alojamiento y hostelería dirigido casi exclusivamente a estos visitantes y desde los años setenta, cada vez existen más restaurantes y negocios surgidos para atender las concretas necesidades de los transeúntes marroquíes.
El inicio de la transformación
A partir de 2005, varios cientos de marroquíes llegaron a Algeciras con sus familias, estableciéndose en barrios con marcadas estructuras socioculturales. Abrieron negocios dirigidos a los numerosos usuarios del Consulado General de Marruecos y a los turistas norafricanos, ofreciendo por primera vez alimentos halal. La primera mezquita de Algeciras en seis siglos abrió en un pequeño inmueble en la calle Cayetano del Toro.
Poco más tarde, en 2015, ya funcionaban comercios especializados en productos marroquíes, restaurantes halal y otros negocios dirigidos a la comunidad marroquí florecieron en la ciudad.
En la temática espiritual, la Comunidad Islámica de Algeciras se organizó estableciendo la mezquita Al Houda en un edificio adquirido gracias a la donación de un benefactor. Otra mezquita, Omar Ibn Ikattaab, se estableció en El Saladillo y ha crecido rápidamente, ofreciendo clases de alfabetización y organizando convivencias interreligiosas. Otras mezquitas, como la Abu Bakr y Al Rahma, también han jugado un papel importante en la vida religiosa y social de los musulmanes en Algeciras.
En la actualidad, aproximadamente pueden calculares mil fieles varones que asisten cada viernes a la oración obligatoria en alguna de las mezquitas de Algeciras. El número de musulmanes practicantes, considerando también a las mujeres eximidas de la oración comunitaria, es significativo. En algunos centros escolares, los alumnos que optan por la educación islámica superan a los que eligen la educación católica, reflejando la creciente influencia de la comunidad islámica en la ciudad.