Las ‘monjas rebeldes’ de Belorado continúan su batalla con la Iglesia. Después de anuncio de la asunción del control del convento por parte del Arzobispado de Burgos, que pasará a ostentar el poder absoluto sobre el monasterio y sus bienes; hoy ha decidido reaparecer Pablo de Rojas con un nuevo desafío.
El “falso obispo”, Pablo de Rojas, ha plantado cara de nuevo al arzobispo de Burgos, Mario Iceta, anunciado que reta con su presencia al señor Iceta. Su portavoz ha destacado que se quedaran en el monasterio mientras la madre abadesa requiera sus servicios y quiera que estén ahí”. Aunque han asegurado que no tiene nada personal contra el arzobispo de Burgos, el llamado ‘falso obispo’, por su parte, ha enunciado que no hubiera emitido ninguna declaración si el arzobispo no lo hubiera hecho primero.
Pablo de Rojas se ha defendido de las acusaciones que han ido publicando sobre él en las últimas semanas y, sobre todo, de la acusación de una presunta agresión sexual: “debiera de ocuparse de los casos de pederastia y de agresiones sexuales que tiene en la diócesis de Burgos”, ha llegado a señalar. A su vez, en el interior del convento las denominadas ‘monjas rebeldes’, junto a la ya exmadre abadesa, se preparan para celebrar la procesión del Corpus.
Las monjas no abandonan el monasterio
El obispo excomulgado ha declarado que “todas están felices y contentas continuando con su vida de oración, de penitencia y de trabajo”. Entre tanto, las monjas meditan su respuesta al ultimátum del Vaticano. La exabadesa del convento de Belorado ha denunciado al arzobispo Mario Iceta por abuso de poder y por usurpación de la representación legal de los monasterios y vulneración del derecho de asociación. Dicen que ellas no se basan ya en el derecho canónico, sino en el civil. Así, interpuso la denuncia el miércoles en la comisaría de la Policía Nacional de Logroño, según ha informado José Ceacero, portavoz de las monjas clarisas y miembro de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, bajo cuya tutela se han puesto las religiosas, en una comparecencia pública a las puertas del monasterio de Belorado.