Podemos, en su intento por recuperar el liderazgo como fuerza alternativa al PSOE frente a Sumar, enfrenta serios problemas financieros. La formación morada, que ha experimentado un continuo descenso electoral desde 2019, vive ahora una situación económica precaria, agravada por sus resultados en 2023. En solo cinco años, el partido ha perdido 12 millones de euros en ingresos públicos, una cifra que se eleva a 14 millones si se suman las pérdidas en ingresos privados.
La caída de los ingresos públicos y el impacto electoral
En 2018, cuando Podemos alcanzó su pico de poder político con 71 diputados en el Congreso y 168 en parlamentos autonómicos, los ingresos públicos del partido ascendían a 18,4 millones de euros, mayoritariamente provenientes de subvenciones por gastos de funcionamiento. Sin embargo, en 2023, los ingresos públicos cayeron drásticamente a 6,1 millones de euros, reflejando el desplome electoral del partido, que ha pasado de 168 diputados a solo 33 a finales de 2023.
El declive en las contribuciones privadas
Además de la disminución de ingresos públicos, la agrupación ha visto reducidas sus aportaciones privadas. En 2018, el partido recaudó 4 millones de euros entre las cuotas de afiliados y las donaciones de cargos públicos, pero en 2023 esta cifra cayó a 2,3 millones. En particular, las contribuciones de los cargos políticos han sufrido una notable reducción, pasando de 2,8 millones de euros en 2018 a menos de 1 millón en 2023.
Reducción de gastos y despidos
Ante esta situación, Podemos ha tenido que reducir considerablemente sus gastos. En 2018, el partido destinaba 19,4 millones de euros a diversas partidas, incluyendo 13,1 millones en sueldos y cargas sociales. Sin embargo, en 2023, tras despedir al 70% de su personal, los gastos se redujeron a 10,1 millones de euros, con solo 5,4 millones destinados a personal.
El grupo finalizó 2023 con unas pérdidas de 4,6 millones de euros, un reflejo de su pérdida de influencia y presencia institucional. A pesar de su alianza con Sumar en las elecciones generales de julio, que les permitió mantener cierta financiación, el partido enfrenta un futuro incierto, con un balance financiero que podría empeorar aún más en los próximos años.