Los capitanes de la selección española de fútbol vetaron la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el vestuario tras la épica victoria contra Alemania en los cuartos de final. El gol de Mikel Merino en el minuto 119, aseguró el pase del equipo a la siguiente fase, pero el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no fue bienvenido a compartir el momento de celebración con los jugadores.
Según fuentes internas, los líderes del equipo tuvieron una reunión previa al partido, donde expresaron su descontento ante la posibilidad de que Sánchez visitara el vestuario. «Que ni se le ocurra bajar al vestuario», fueron las palabras de los capitanes de la selección a los emisarios de la Real Federación Española de Fútbol.
Los dirigentes de la RFEF quienes aprovecharon la distracción del presidente al querer sentarse con el canciller alemán, Olaf Scholz. Al finalizar el encuentro, Sánchez no encontró a nadie que lo llevara hasta los vestuarios del estadio. Debido a esta tensa situación, decidió hacerse una foto con Pilar Alegría en la zona VIP antes de irse hacia Bucarest, donde pasaría la noche.
El pasado domingo, la selección española consiguió el título de campeona de la Eurocopa en Berlín. Pedro Sánchez, acompañado por altos cargos de Moncloa, asistió a la final con la intención de capitalizar el éxito deportivo. Sin embargo, la UEFA le negó el acceso al podio de los campeones, impidiéndole obtener la codiciada foto.
Los jugadores de la selección vetan a Pedro Sánchez
Ésta no fue la primera visita de Sánchez a Alemania; nueve días antes, también había asistido al partido de cuartos de final entre España y Alemania en Stuttgart, en un día marcado por la comparecencia judicial de su esposa, Begoña Gómez.
En Stuttgart, los capitanes de la selección decidieron que lo mejor era que Sánchez no bajara al vestuario tras la victoria. Transmitieron su decisión a la Federación, argumentando que no querían politizar el momento de la celebración. La RFEF no tomó acciones directas, pero diversas circunstancias impidieron que Sánchez bajara a los vestuarios. El presidente de la RFEF, Pedro Rocha, bajó solo, dejando a Sánchez sin posibilidad de seguirle.
Sin su foto tan esperada, Pedro Sánchez abandonó el estadio de Stuttgart y se dirigió al aeropuerto, tomando un vuelo hacia Bucarest, donde llegó a las 23:13 horas, donde tenía previsto un encuentro con el primer ministro de Rumanía, Marcel Ciolacu, al día siguiente.