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La Asociación de Diplomáticos (ADE) ha rechazado los recientes nombramientos como embajadores por parte del Gobierno de políticos «sin experiencia» ni trayectoria internacional, después de que el expresidente de la Generalitat valenciana Ximo Puig haya sido designado como el representante permanente de España ante la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
«La acción exterior de España se ve perjudicada por nombramientos de embajadores políticos sin experiencia en relaciones internacionales ni conocimientos en geopolítica, negociación multilateral e idiomas«, ha expresado en la red social X la ADE, que anteriormente ya había manifestado su malestar por la elección de embajadores políticos a propuesta del titular de Exteriores, José Manuel Albares.
Y es que en esta publicación en redes sociales la Asociación de Diplomáticos, que agrupa a casi el 70% de los miembros de la carrera diplomática, se carga directamente contra el Gobierno por estar supuestamente reduciendo la calidad de de nuestros diplomáticos en nombre de deudas y favoritismos políticos.
Años de quejas
La ADE ya manifestó su disconformidad con este tipo de nombramientos cuando los exministros Héctor Gómez y Miquel Iceta fueron designados en diciembre como nuevos representantes permanentes de España ante la ONU en Nueva York y ante la UNESCO. Entonces, señalaron que era «particularmente inquietante» que la representación de España ante «dos puestos especialmente sensibles» estuviera en manos de políticos sin experiencia internacional y no de diplomáticos de «contrastada valía profesional«.
Y es que la carrera diplomática es una de las más complejas y duras del panorama español, en la que se requiere no sólo don de gentes, sino también un gran conocimiento de economía, política, derecho e idiomas que se pueden ver perjudicados en caso de que esta dinámica continúe.
El desarrollo de un diplomático requiere años y estudios muy específicos y completos, por lo que este tipo de nombramientos, cada vez más generalizados, atentan contra el buen hacer de España en la sociedad internacional. Un rendimiento excelso desde hace décadas por la preparación y buen hacer del cuerpo diplomático
