Podemos y ERC han sido los más contundentes en sus reacciones. Ambas formaciones acogieron con ironía la «gran coalición» entre el PP y el PSOE, y reprocharon que Sánchez haya elegido un «nuevo socio». Critican que, tras cinco días de reflexión en abril en los que denunció una «máquina del fango» incluyendo al PP, ahora, dos meses después, trate de «frenar la máquina del fango» pactando con el PP. Los morados le reprochan a Sánchez que «rendirse ante la derecha» contradice sus palabras anteriores cuando amagó con dimitir a finales de abril.
Sumar, por su parte, celebra el acuerdo como una «victoria para la democracia». El diputado Enrique Santiago expresó su aprobación, pero también criticó la designación de José María Macías, propuesta por los populares, como nuevo magistrado del Constitucional, al considerar su perfil como una «puerta giratoria».
El PNV ha manifestado su «sorpresa» por la demora en alcanzar este acuerdo. Su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, afirmó en tono jocoso que «parece que no era tan difícil». Señaló que «PSOE y PP tienen mayoría suficiente para hacer los cambios que les dé la gana» y que la proposición de ley para cambiar el modelo de elección de los vocales le suena a «patada a seguir».
A pesar de que tanto los socialistas como el socio minoritario del Gobierno de coalición insisten en que los nuevos vocales del órgano no serán elegidos directamente por los jueces, Podemos amenaza con bloquear la legislatura, desconfiando del pacto y dando por hecho que serán los jueces quienes elijan a los jueces, como pretendía Feijóo. Ione Belarra, secretaria general de Podemos, lamenta que el presidente del Gobierno haya optado por la «rendición ante el PP», al que Sánchez había llamado «representante del ‘lawfare‘» en su primera carta a la ciudadanía, legitimando así la «guerra sucia, judicial y mediática».
Junts acusó a populares y socialistas de hacer «lo que llevan años haciendo». Miriam Nogueras sentenció: «Nos hablan de separación de poderes y lo que ha habido es conservación de poder. Las negociaciones han acabado siendo un pacto con el PP».
EH Bildu, que se enteró del pacto por la prensa, considera que esta renovación pactada exclusivamente con el PP «no resolverá el problema de fondo» y que el reparto de puestos, recordemos diez y diez, «puede perpetuar la politización de la Justicia» sin evitar que «en el futuro se vuelvan a producir situaciones de bloqueo por parte de la derecha». Según los de Arnaldo Otegi, se trata de un acuerdo con un Partido Popular que «ni siquiera oculta la utilización de la Justicia para sus intereses y fines políticos».
Ione Belarra afirma que el pacto de hoy «inaugura una nueva legislatura y supone la construcción de una gran coalición entre el PP y el PSOE», algo que «no responde a lo que las urnas votaron el 23J» y que «no se va a hacer con la complicidad y el silencio de Podemos».
