Imagen: Europa Press
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se ha desvinculado de la gestión de la DANA, el fenómeno más devastador que ha sufrido la Comunitat Valenciana en el último siglo. En su comparecencia pública este viernes, a 17 días de las catastróficas inundaciones, Mazón ha cargado contra las agencias estatales, como la Aemet, y ha señalado a la Confederación Hidrográfica del Júcar.
La polémica gestión de la alerta
Durante su intervención, Mazón defendió su actuación durante las primeras horas de la DANA, en las que permaneció inaccesible durante casi cuatro horas. El presidente reconoció que entre las 15:00 y las 19:30 horas no estuvo al tanto de la magnitud de la emergencia, justificando su retraso debido a un atasco generado por las malas condiciones meteorológicas y su desplazamiento a una comida. Sin embargo, su equipo reconoció que, en realidad, Mazón estaba ocupado con maniobras relacionadas con el control de la televisión pública valenciana.
A pesar de los retrasos, insistió en que no hubo un obstáculo para la coordinación y afirmó que su llegada al Cecopi no ralentizó las acciones de los técnicos. Fuentes presentes en la reunión, sin embargo, aseguran que la demora del presidente impidió avanzar con la rapidez necesaria, ya que los técnicos tuvieron que ponerle al tanto nuevamente de la situación.
Investigación de la respuesta ante la tragedia
En su comparecencia, anunció que el PP solicitará una comisión de investigación para analizar las respuestas ante la DANA, a la que calificó como «la peor tragedia en la historia reciente». Aunque reconoció que los protocolos de emergencia no fueron suficientes, insistió en que la magnitud del fenómeno superó las previsiones. No obstante, Mazón no pidió disculpas por los errores en la gestión, subrayando que no eludirá responsabilidades.
La responsabilidad de la Confederación Hidrográfica del Júcar
Uno de los puntos en los que el presidente ha puesto más énfasis es la actuación de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Según Mazón, la Generalitat no fue informada adecuadamente sobre la gravedad de la situación y criticó la falta de mediciones precisas. Argumentó que el pluviómetro de Riba-Roja, un dispositivo clave en la medición de las lluvias en el barranco del Poyo, fue arrastrado por la riada a las 18:55 horas, justo cuando el Cecopi ya estaba analizando la emergencia desde hacía dos horas. Sin embargo, los correos de la Confederación demostraron que, desde mucho antes, ya se había advertido sobre el aumento del caudal, algo que Mazón no pudo comprobar debido a su ausencia.
Críticas a la Aemet
Además de criticar a la Confederación Hidrográfica, Mazón ha atacado a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El presidente insistió en que la alerta roja emitida por la agencia, que preveía lluvias torrenciales, no fue suficiente para prever el desastre. Argumentó que la Aemet se equivocó al emitir alertas de lluvias torrenciales, una predicción que, según Mazón, no estaba vinculada a la magnitud de la riada en el barranco del Poyo. En su intervención, comparó este episodio con otras ocasiones en que las alertas de lluvias no provocaron grandes inundaciones, minimizando la gravedad de la alerta emitida.