La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha anunciado la inminente aprobación de una jornada laboral de 37,5 horas semanales sin reducción salarial. Esta medida busca también abordar el problema de las horas extra no remuneradas, destacando la importancia del control horario actual.
Registro obligatorio desde 2019
Desde 2019, todas las empresas en España están obligadas a registrar las horas trabajadas por sus empleados. Esta obligación surgió tras una polémica judicial entre la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, resuelta finalmente por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
En febrero de este año, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, propuso a sindicatos y patronal un sistema de registro horario «más accesible, fiable y transparente». La idea es abandonar el registro en papel y adoptar nuevas tecnologías para evitar manipulaciones y garantizar la precisión.
Control en tiempo real de las horas trabajadas
La ministra Díaz ha subrayado la necesidad de digitalizar el control horario. En una entrevista reciente, destacó la importancia de que la Inspección de Trabajo pueda conocer en tiempo real las horas efectivas trabajadas. Según Díaz, esto es crucial para combatir las irregularidades horarias en España.
El primer borrador de la nueva normativa exige que las empresas mantengan un registro diario de jornada a través de medios digitales. Además, este registro debe estar accesible en cualquier momento para la Inspección de Trabajo y los sindicatos representativos en la empresa.
Sanciones y multas elevadas
Desde mayo de 2019, es obligatorio el registro diario de jornada para todos los trabajadores en España. Las sanciones por incumplimiento oscilan actualmente entre 751 y 7.500 euros, pero podrían aumentar a un rango de 1.000 a 10.000 euros. En casos graves, cada infracción podría superar los 10.000 euros, acumulando multas significativas para las empresas con múltiples incumplimientos.
Resistencia empresarial y problemas con las inspecciones
Fuentes empresariales han expresado preocupaciones sobre esta medida, especialmente para las micropymes. Consideran que la implementación sería complicada y costosa sin apoyo económico y temporal del Ministerio. Además, temen que el objetivo principal sea recaudar a través de multas.
La Inspección de Trabajo ha mostrado su preocupación por la capacidad de implementar estas medidas sin un aumento de personal. Fuentes de la Inspección han señalado que, sin refuerzos, será imposible aplicar un plan especial de control del registro horario.