Mientras la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, defendía en el Congreso el acuerdo entre el PSC y ERC sobre un régimen fiscal para Cataluña, en Castilla-La Mancha la tensión con el Gobierno central aumentaba. Las Cortes de la región, lideradas por Emiliano García-Page, aprobaron una resolución que cuestiona directamente el pacto, reafirmando la oposición del presidente manchego a cualquier asimetría territorial en la financiación autonómica.
Resolución de Castilla-La Mancha: un golpe contra la asimetría
La resolución aprobada por la mayoría absoluta del PSOE en Castilla-La Mancha subraya que el Gobierno central «no debe privilegiar bajo ningún concepto a unos ciudadanos sobre otros», ni a unas comunidades en detrimento de otras. Esta iniciativa, que mete presión en las negociaciones entre el Ejecutivo de Pedro Sánchez y los independentistas catalanes, representa un paso más en la firme postura de García-Page contra las concesiones a Cataluña, calificada de “asimetría territorial” por sus críticos.
Reacción desde Ferraz y Génova
En los círculos cercanos a García-Page se anticipa que esta medida «no será bien recibida en Moncloa ni en la sede del PSOE», pero la región continúa trazando su propio camino. A pesar de las insinuaciones del PP de que Page podría ser instrumentalizado para sus fines, el Ejecutivo manchego se desmarca tanto de las directrices de Ferraz como de Génova. Fuentes del gobierno regional insisten en su independencia, rechazando cualquier intento de alinearse con la estrategia popular o socialista a nivel nacional.
Exigencias de un modelo multilateral
La resolución aprobada exige que el nuevo sistema de financiación autonómica se negocie «de forma multilateral» en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, asegurando que se respete la igualdad entre todas las comunidades autónomas. García-Page también reclama un «fondo transitorio» inmediato para compensar a las regiones que sufren infrafinanciación, argumentando que el modelo actual ha llevado a Castilla-La Mancha a una situación crítica en términos de recursos.
Las críticas de García-Page al acuerdo entre el PSC y ERC no son nuevas. Desde que el pacto se conoció en julio, el presidente manchego ha sido uno de los más duros opositores, calificando el acuerdo como “obsceno” y “bochornoso”. En su opinión, dicho pacto atenta contra el principio de igualdad entre españoles, que considera un pilar fundamental del PSOE. Page ha insistido en que el documento no lo representa, asegurando que seguirá luchando contra él, porque no refleja los valores de izquierda.