El ex president de la Generalitat ha abandonado Bélgica, donde llevaba 6 años escondido de la justicia española.
El político catalán se mudará a Vallespir, una pequeña localidad del sur de Francia a menos de 30 kilómetros de frontera con España. De acuerdo con los expertos, este movimiento trata de representar simbólicamente el acercamiento del prófugo a Cataluña. En este sentido, parece ser una apuesta por su posible regreso tras las elecciones catalanas del 12-M, cuando la ley de amnistía podría estar ya en vigor.
Puigdemont ya oficializó su concurrencia al 12-M desde Elna, el municipio francés en el que se escondieron las urnas del 1-O, y volverá a esta villa mañana para presentar al resto de candidatos de su lista. Ambos lugares, Elna y Vallespir, pertenecen a lo que el independentismo llama Catalunya Nord, una pretensión histórica de reclamar parte del sur de Francia.
El debate fuera de España
Puidgemont ha tratado de organizar un debate político en Perpiñan, Francia, entre las principales fuerzas políticas que concurren a las elecciones. Aun así, y pese a que esta reclamación es muy conocida, y parcialmente apoyada por ERC, no parece que vaya a tener lugar. El actual presidente en funciones de Cataluña, Pere Aragones, ha mostrado chulería contra Puidgemont, alegando estar dispuesto a «ir a cualquier parte para debatir con Puigdemont».