El político huido de la Justicia española, Carles Puigdemont, se ha reunido con el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y han llegado a un acuerdo. El Gobierno considera que esta conversación con Puigdemont no es un fracaso, ya que ha conseguido acotar un compromiso con el político catalán.
Según ha señalado el medio The Objective, Puigdemont habría prometido a Cerdán en dicha reunión apoyarles en el Congreso: “No vamos a participar en ninguna moción de censura. El pacto era no echaros”. Una promesa que para Moncloa tiene un valor muy importante y que a su vez ha dado tranquilidad al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Debido a que, si la oposición y el malestar general con el PSOE crecen, el Ejecutivo sabe que tiene un apoyo claro para seguir en Moncloa.
La confirmación de que Junts no va a “dejar caer” al PSOE llega en un momento necesario para el partido socialista, debido a que tras la vuelta de las vacaciones de verano el Congreso ha sido territorio hostil para el Gobierno y sus socios, que no han conseguido aprobar ninguna de las propuestas presentadas.
The Objective ha señalado que, según fuentes socialistas consultadas, la presunta negociación perseguiría evitar presentar “una moción de censura instrumental” con el único objetivo de convocar elecciones. La intranquilidad del Gobierno al respecto se ha visto disparada, sobre todo tras la derrota parlamentaria de la iniciativa sobre vivienda en el Congreso hace una semana por el cambio de posición de Junts en el último minuto.
Puigdemont tranquiliza al PSOE en caso de que haya una moción de censura
Estas conversaciones habrían puesto en tensión al PSOE por a las idas y venidas del partido catalán, todo ello sumado a las derrotas parlamentarias del Gobierno que habrían hecho dudar el partido socialista sobre su continuidad en la Moncloa e imaginar una posible moción de censura. Fuentes cercanas al Partido Popular han negado este movimiento: “no se está moviendo nada”
Durante esta reunión, Cerdán confirmó a Puigdemont que ya habían tomado la decisión, desde Moncloa, de reactivar la comisión de investigación de la Operación Cataluña y la de los atentados de Barcelona y Cambrils en 2017. Una muestra de buena voluntad para sentarse a negociar una nueva senda de estabilidad que se votaría cinco días después en las Cortes.
Pero en Junts tienen claro que “vibrar no es moverse”. “Si presentan otra senda de estabilidad, es que se han movido”, pero “sin avances, no habrá votos”. Admiten tener ganas de negociarla, pero también deslizan cierto escepticismo: “A ver cómo acaba todo esto”, según ha publicado The Objective.