La primera vez que se escuchó hablar de la familia política de Pedro Sánchez fue en 2020, cuando José Manuel Villarejo afirmaba que un negocio de sauna de su suegro había sido utilizado para extorsionar a políticos. Por aquel entonces, El Mundo sacó la exclusiva, a la que tituló: “El comisario Villarejo utilizó la sauna del suegro de Pedro Sánchez en operaciones policiales”.
En este artículo, se hablaba de unos mensajes entre dos investigados, aunque no llegaban a reproducirse en su literalidad. También se afirmaba que los principales implicados, Villarejo y Enrique García Castaño, realizaron operaciones contra el entorno de ETA en al menos una de las saunas de las que era propietario Sabiniano Gómez, el suegro del presidente del Gobierno.
García Castaño, uno de los dos implicados y el supuesto autor de la afirmación, negó años después en el Congreso de los Diputados ninguna operación, al ser preguntado por el portavoz del PP en la comisión del caso Kitchen, Luis Santamaría.
“Mire, señor diputado, le tengo mucho respeto porque sé que es usted muy buena persona: no entre en ese juego sucio, es todo mentira. Ese señor es amigo mío hace treinta años (Sabiniano), cuando el señor Villarejo no existía. Ese señor lo que ha hecho es ayudar a la Policía Municipal, a la Guardia Civil, a cualquiera que pasara por allí. El tenía unos negocios y si había algún delincuente, que llevara cocaína, ese señor lo que hacía era ayudar. Espionaje ninguno (…) Nunca se ha detenido a nadie de la izquierda abertzale por esas saunas. Todo lo contrario. Y no puedo hablar”, señalaba García Castaño.
Esta es una de las pocas afirmaciones públicas de un protagonista directo sobre uno de los negocios de Sabiniano Gómez. Sin embargo, algunos medios como EsDiario, El Debate y Libertad Digital hablaban sobre las declaraciones del presunto narcotraficante y bailaor Rafael Amargo a la salida de la cárcel. Aseguraban que en su casa vivió -en algún momento- un chico que ejercía la prostitución en la sauna de Sabiniano Gómez. “El suegro de Pedro Sánchez y la prostitución gay, lo que le faltaba a Begoña Gómez”, titulaba esdiario.com.
La supuesta sauna convertida en prostíbulo
Algunos medios, como los mencionados anteriormente, publicaron detalles sobre los supuestos negocios que mantuvo Sabiniano Gómez “durante décadas”. Según afirmaba OkDiario, el padre de Begoña Gómez obtuvo la licencia del Ayuntamiento de Madrid gracias a Miguel Bernad, el líder de Manos Limpias que ahora ha denunciado a Begoña Gómez con recortes de noticias.
En el supuesto documento, se conocían los detalles del establecimiento ubicado, supuestamente, en la calle San Bernardo, frente al Ministerio de Justicia. Como publica el mismo medio, Sabiniano Gómez y sus dos hermanos se gastaron, al parecer, un millón de las antiguas pesetas en piscinas, camillas, duchas, vestuarios…
En este caso, EDATV señalaba otro de los supuestos locales, uno situado en la calle Concepción Arenal, donde se sospecha que el control real de los negocios estaba en manos del suegro de Pedro Sánchez.