Imagen: La acusada por el crimen de la Guardia Urbana, Rosa Peral, sonríe a conocidos del público antes de acercarse para declarar el 11 de marzo del 2020. (Horizontal) ACN
La condenada a 25 años de prisión por el mediático crimen de la Guardia Urbana, Rosa Peral, habría instigado una agresión a una funcionaria de la cárcel de Mas d’Enric de Tarragona, donde se encuentra encarcelada, que tuvo lugar el pasado mes de julio, según informa el diario Segre.
El citado medio asegura que, en un informe que recoge declaraciones de trabajadoras y de otras interinas, se detalla que Peral habría pagado a otras interinas mediante el suministro de sustancias estupefacientes y tabaco por esta agresión. Según detallan los informes que llegaron a manos de los altos cargos de la prisión, la funcionaria sufrió una brutal agresión cuando una de las reclusas intentó asfixiarla y le arrancó también varios mechones de pelo.
El expediente del incidente recoge diferentes testimonios, tanto de compañeras de Peral como de funcionarias que trabajaban con la agredida. En dicho documento se pueden leer también unas polémicas declaraciones que Peral hizo días antes al ataque: »(Las funcionarias) deberían ser trituradas en un contenedor de basura para hacerlas desaparecer». Además, se puede leer que la condenada por matar a su pareja les deseó públicamente la muerte.
Al parecer, Peral planeó la agresión porque las funcionarias no le habían dejado participar en una actividad debido a que estaba sancionada. Tras sufrir diferentes lesiones y amenazas por parte de la atacante, la víctima fue atendida por los servicios médicos del centro, pero completó su jornada laboral. La situación dio lugar a una serie de protestas en las que los funcionarios exigieron medidas ejemplares ante el aumento de las agresiones en las cárceles.
Tras la publicación de esta noticia, Peral negó haber instigado la agresión. En declaraciones al diario ABC, la abogada de Peral, Núria González, desmintió la información y aseguró que no descartan emprender acciones legales si no hay una rectificación.
Mala conducta
Esta no sería la primera vez que la expolicía catalana hace algo así, ya que tiene fama en la prisión de tener mala conducta y de manipular a sus compañeras para conseguir sus propios intereses. »Tiene mucho poder dentro del módulo», han declarado diferentes fuentes penitenciarias a Segre.
A lo largo de su estadía en prisión, Peral ha sido protagonista de una serie de actividades e incidentes ilegales que le han costado diversas sanciones. Su actitud manipuladora y desobediente ha causado un gran malestar y preocupación entre los funcionarios, quienes han pedido en más de una ocasión que se le apliquen medidas disciplinarias adecuadas a su comportamiento.
