El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha realizado su primera entrevista a Radio Televisión Española (RTVE) este lunes por la noche, tras anunciar que seguirá en su cargo. Durante la entrevista, compartió que su esposa, Begoña Gómez, fue la primera en instarlo a no dimitir, y además, señaló que ella ni siquiera estaba al tanto de la carta que él mismo publicó en sus redes sociales la semana pasada.
Luego de recibir llamados de sus aliados, incluido su socio de coalición, Sumar, para pasar de las palabras a los hechos en su plan de «regeneración democrática» para España, Sánchez expresó su disposición a tomar medidas contra ciertos medios, principalmente digitales, a los que acusó de recibir financiación de gobiernos autonómicos y locales, «y también de empresas».
Además, después de reiterar su llamado al Partido Popular para que acuerde la renovación de los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Sánchez mostró apertura a la idea de sus socios de reducir las mayorías para llevar a cabo esa renovación sin el principal partido de la oposición. «Examinemos las soluciones», dijo al respecto. También mencionó que «necesitaba reflexionar en privado» sobre los temas planteados en su carta.
Ataques a Feijoo y a medios conservadores
En cuanto al futuro de la denuncia presentada contra su esposa por el polémico sindicato Manos Limpias, cuyo carácter ultraderechista destacó, expresó confianza en que «se archive». También aseguró que tanto Begoña Gómez como él mismo tendrán que declarar en la comisión de investigación abierta en el Senado a instancias del PP.
Sánchez mencionó que otros políticos, sindicalistas, artistas e incluso periodistas han sido víctimas de bulos y desinformación, entre ellos, Mónica Oltra, Ada Colau, Carmen Calvo, Pablo Iglesias e Irene Montero.
Como autocrítica principal, admitió no haber tomado suficientemente en serio lo que considera una amenaza para la democracia, tanto en España como en el mundo. También destacó que los medios conservadores son víctimas de bulos. Evitó responder preguntas sobre un bulo difundido sobre la esposa de Alberto Núñez Feijóo y sobre si debería haber regulaciones para las actividades de la pareja del presidente del Gobierno.
Tampoco quiso contestar sobre si llamaría a Feijóo para discutir el plan de regeneración y las medidas contra los medios. Aunque afirmó que hablará con todos los grupos parlamentarios, adelantó que «escuchando al señor Feijóo, ya sé por dónde va».