El Gobierno español ha decidido no reconocer a Edmundo González como presidente electo de Venezuela, a pesar de la propuesta que plantea el Partido Popular (PP) y que probablemente será aprobada por el Congreso con el apoyo del PNV. Sin embargo, esta postura no se debe a la falta de legitimidad de González, sino a que España está inmersa en una operación más profunda junto a sus socios europeos y países clave de Latinoamérica, como Brasil y Colombia, que buscan una salida negociada para que Nicolás Maduro abandone el poder.
La estrategia de Sánchez y los actores internacionales
Desde China, al finalizar un viaje oficial de tres días, el presidente Pedro Sánchez ha dejado clara la postura de su Gobierno. Aunque no habló explícitamente sobre la salida de Maduro, sus palabras sugieren que esa es la meta de las negociaciones en curso. «El Gobierno de España ha pedido la publicación de las actas de las elecciones en Venezuela. No reconocemos la victoria de Maduro y trabajamos por la unidad dentro de la Unión Europea que permita un margen de mediación de aquí a final de año«, afirmó Sánchez, subrayando la importancia de encontrar una solución que refleje la voluntad democrática expresada por los venezolanos.
El plazo hasta finales de año es crucial, ya que en enero debería asumir el nuevo presidente. Según fuentes gubernamentales, el reconocimiento de González antes de esa fecha sería prematuro y podría entorpecer las negociaciones en curso con el régimen de Maduro. Si no se logra un acuerdo antes de enero, España tomará una decisión definitiva.
El rechazo a la propuesta de la oposición
El Ejecutivo también ha rechazado la propuesta del PP y del PNV de reconocer a González en este momento, calificándola de precipitada e ineficaz. En la Unión Europea existe cautela tras el fracaso de la operación anterior, liderada por España, de reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado, que no tuvo el impacto deseado. Sánchez criticó la actitud del PP, acusando a la oposición de oponerse sistemáticamente a cualquier medida del Gobierno. «El asilo es un gesto de humanidad con personas que sufren persecución«, añadió el presidente.
La relación comercial entre España y China
En cuanto a su visita a China, concluyó su viaje satisfecho de haber evitado una potencial guerra comercial entre la UE y China. Pekín había amenazado con imponer aranceles a la carne de cerdo española en respuesta a los aranceles que la UE pretende aplicar a los coches eléctricos chinos. Sánchez sugirió que España y sus socios europeos reconsiderarán su postura sobre los aranceles votados en junio, y abogó por una solución negociada entre la Comisión Europea y China en el marco de la OMC.