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La coalición Sumar apunta a Verónica Martínez Barbero, exdirectora general de Trabajo, para asumir la portavocía en el Congreso en un contexto de alta tensión tras la salida de Íñigo Errejón. Esta decisión, aún pendiente de formalización, surge de la reunión de tres horas que los partidos de Sumar mantuvieron este martes, en la cual, pese al consenso en torno a Martínez, el acuerdo final quedó condicionado por otros ajustes internos en el grupo.
Tensión interna y reestructuración de Sumar
El caso Errejón, quien dimitió en medio de denuncias de acoso sexual, ha desatado un llamado a la reestructuración dentro de Sumar. Izquierda Unida aprovechó la crisis para proponer una mayor democratización en la toma de decisiones y una redistribución de responsabilidades. Fuentes parlamentarias enfatizan que, aunque este miércoles se debatirán los temas pendientes en una nueva reunión, la designación de la portavocía es competencia del grupo en el Congreso. De confirmarse, Martínez Barbero asumiría el liderazgo en un momento crítico para la formación, que busca restaurar su credibilidad ante la opinión pública.
Impacto regional y apoyo de Compromís
Los recientes desastres en la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha han influido en la dinámica de la reunión, ralentizando el proceso. Àgueda Micó, diputada de Compromís, señaló que no asistió al encuentro por su implicación en la gestión de la crisis regional, aunque subrayó que su partido respaldará la elección consensuada de los demás integrantes.
Aunque la intención inicial de la cúpula cercana a Yolanda Díaz era anunciar a la nueva portavoz la semana pasada, las presiones de Izquierda Unida impulsaron un debate más amplio sobre la estructura interna. En las negociaciones se han planteado cambios en las portavocías adjuntas, con el objetivo de incorporar a Enrique Santiago, de Izquierda Unida, así como en la presidencia de varias comisiones parlamentarias.
Desafío en la selección y búsqueda de consenso
Elegir una portavoz en un momento tan complejo ha resultado un desafío. Las tensiones y diferencias internas de la coalición han dificultado las decisiones en un espacio que, aunque unificado, no siempre mantiene posturas alineadas entre sus miembros. La única coincidencia fue que, tras el golpe de imagen por el caso Errejón, el cargo debería ser asumido por una mujer, en consonancia con el compromiso feminista de Sumar.
El nombre de Verónica Martínez Barbero, exdirectora general de Trabajo, ha ganado fuerza, aunque su nominación enfrentó inicialmente resistencias personales. Los afines a la vicepresidenta Yolanda Díaz consideran que Martínez, inspectora laboral con experiencia en gestión pública, representa un perfil técnico que podría unir al grupo en esta etapa de reestructuración. En los próximos días se espera que el nombramiento sea ratificado, cerrando así el proceso de designación de una portavoz que busca revitalizar la imagen de Sumar en el Congreso.