El presidente del grupo financiero BBVA, Carlos Torres Vila EFE/ José Méndez
El BBVA da otro paso más en su ofensiva para hacerse con Sabadell. Tras el rechazo inicial de la entidad catalana, el banco presidido por Carlos Torres ha lanzado una oferta pública de adquisición (opa) de acciones al precio exacto al que propuso la semana pasada una fusión amistosa. Es decir, 1 título de BBVA por cada 4,83 acciones de Sabadell, que el consejero del banco catalán consideró que infravalora el trabajo del banco.
Según detalla BBVA a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la opa está valorada en cerca de 12.000 millones de euros y dirigida a la totalidad de las acciones de Sabadell. Está condicionada, además, a alcanzar más del 50% de aceptación de los accionistas.
«La operación tiene impactos financieros muy positivos gracias a sinergias relevantes y a la complementariedad y excelencia de ambas entidades. La transacción dará lugar a uno de los mejores bancos europeos, con una cuota en préstamos cercana al 22% en España», indica la firma liderada por Torres. En un guiño a sus accionistas, BBVA asegura que «mantendrá su actual política de remuneración a los accionistas y su compromiso de distribuir cualquier exceso de capital por encima del 12%».
Este movimiento del BBVA deja la decisión en el tejado de los accionistas del banco Sabadell, que serán los que finalmente deberán decidir si el banco vale más en solitario o de su mano. El Sabadell no cuenta con accionista de control y la mayor parte de su accionariado, un 53%, está en manos de grandes fondos de inversión, y el otro 47% son inversores minoristas.
Una relación hostil
Las hostilidades entre los dos bancos han ido creciendo por momentos en los últimos meses. Primero, la entidad que preside Carlos Torres se aproximó de manera amistosa con una carta remitida al consejo de administración del Sabadell. Proponía una fusión íntegramente con ese canje en acciones, además de tres puestos en el consejo de administración del banco resultante.
El banco que preside Josep Olíu se tomó cerca de una semana para responder y lo hizo de manera contundente. El Sabadell considera que esta ecuación de canje “infravalora significativamente” el proyecto de la entidad y sus “perspectivas de crecimiento”.
Las tensiones alcanzaron su máximo el miércoles, cuando el Sabadell publicaba un email que su presidente recibió de Torres el domingo por la noche, donde Torres avisaba a Olíu de que el BBVA no tiene margen para mejorar la oferta ya remitida.
En este contexto, el movimiento de BBVA es totalmente inédito para el mercado español, que tradicionalmente repele las opas hostiles. Ahora, de acuerdo a la ley, el BBVA no puede retirar la opa e inicia un largo proceso hasta su resolución, que puede superar hasta los seis meses.
El BBVA ahora debe remitir a la CNMV en el plazo de un mes toda la documentación de la oferta y este organismo supervisor cinco días para admitirla a trámite. Después, la CNMV tiene un plazo de 20 días para analizar la oferta, que puede prorrogar a placer y habitualmente se demora más de seis meses. Una vez cumplido este paso, que previsiblemente llegará una vez se hayan logrado todo el resto de autorizaciones, se abrirá un plazo de aceptación de la oferta, de entre 15 y 70 días.