El Banco de España ha confirmado en su ‘Informe Anual 2023’ que en los últimos años ha habido una pérdida de confianza en las instituciones por parte de los distintos agentes económicos, los cuales perciben que hay una menor calidad en el funcionamiento de estas. Además, este descrédito que existe sobre las instituciones afecta directamente al crecimiento económico del país.
El análisis presentado por el Banco de España constata que: “Desde la crisis financiera se ha producido en nuestro país una caída en la confianza y en la calidad institucional”, el cual, está sustentado en indicadores internacionales elaborados por organizaciones como el Banco Mundial o la Unión Europea. También reconoce la dificultad de poder cuantificar el grado de confianza y la percepción de calidad de las instituciones, el supervisor bancario apunta a que este proceso de descrédito ha sido “más acusado” en España que en otros países vecinos.
El mismo informe señala que: “Mientras que en 1998 España se encontraba muy por encima de la media de la zona del euro en términos de calidad institucional, en 2022 la situación se habría revertido”.
Aunque según los últimos informes del eurobarómetro que ha publicado la Comisión Europea, señala que un 28% y 25% de los españoles confían respectivamente en el Gobierno y el Parlamento nacionales, unas proporciones muy inferiores al 36% y 39% en el que se sitúa la media europea y corrobora que: “al comparar el nivel de confianza de los ciudadanos en los partidos políticos, el Gobierno nacional, el Parlamento y el sistema judicial entre 2007 y 2023, España ha pasado de mostrar unos niveles de confianza mayores que los de las otras grandes economías de la eurozona a estar por debajo de ellas”.
Las situaciones de descrédito suelen ser duraderas
El Banco de España ha recordado que la calidad de las instituciones están determinadas sobre todo por el crecimiento de la economía a largo plazo. También señala que las situaciones de descrédito suelen ser duraderas, por lo que sus efectos económicos también acostumbran a presentar “una elevada persistencia”.
En consecuencia, el supervisor bancario señala que “sería conveniente reforzar la calidad y la confianza en las instituciones españolas”. También apunta a que “existe margen” para mejorar la “calidad regulatoria”, refiriéndose así el excesivo “volumen y complejidad” de las normas que regulan la actividad económica, que exigen a las empresas dedicar demasiados recursos “a su conocimiento y cumplimiento y, en ocasiones, genera trabas a la unidad de mercado”.