Imagen: José Ignacio Goirigolzarri-Europa Press
El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, presentará este miércoles su dimisión como presidente ejecutivo del primer banco del mercado español. El ejecutivo, que debía renovar su cargo en la próxima junta de accionistas, da así un paso atrás tras la presión del Banco Central Europeo (BCE) contra el modelo de gobernanza de los bancos españoles, por la presencia de presidentes ejecutivos en detrimento de los poderes de los consejeros delegados y cuatro años después de la fusión de Bankia y CaixaBank.
El banquero presentará su renuncia en el consejo de administración que el banco celebrará este miércoles, tal como ha adelantado La Vanguardia. Aunque se prevé que su salida no va a ser inmediata, el banco previsiblemente dará a conocer hoy mismo el nombre de su sustituto.
El banco cuenta con un consejo de administración formado por quince miembros. El que más probabilidades tiene de sucederle es Tomás Muniesa, quien actualmente ejerce como vicepresidente, aunque es uno de los consejeros designados por la Fundación La Caixa, que es el primer accionista del banco, con el 31%. Será relevante también el papel del Estado a través del FROB, que tiene el 18% del capital heredado del rescate a Bankia.
Esta decisión de Goirigolzarri refuerza el papel de Gonzalo Gortázar, consejero delegado del banco y en la práctica primer ejecutivo, dado que las funciones ejecutivas del banquero vasco estaban ya muy mermadas. CaixaBank y Bankia pactaron en 2021, con su fusión, un reparto de poderes según el cual Goirigolzarri asumía el puesto de presidente ejecutivo, con mando sobre comunicación, auditoría interna y la organización de las comisiones, aunque no formaba parte del comité de dirección. Gortázar, procedente de CaixaBank, mandaba sobre el resto y reportaba directamente al consejo de administración.
El BCE se ha mostrado contrario al modelo de gobernanza de los bancos españoles
Nada de esto era suficiente para el BCE, que en numerosas ocasiones se ha mostrado contrario al modelo de los bancos españoles por la presencia de presidentes con poderes ejecutivos. La institución europea ha instado a CaixaBank en los últimos meses a que Goirigolzarri dejase estos poderes en el banco. El movimiento coincide con el fin del mandato actual del presidente, que debía ser renovado en la próxima junta de accionistas de CaixaBank, prevista para la primavera de 2025.
El BCE también pone en el foco a otros presidentes ejecutivos de la banca española, como Ana Botín en Banco Santander, Carlos Torres en BBVA o Josep Olíu en Banco Sabadell. Mientras tanto, en Bankinter María Dolores Dancausa sí es presidenta no ejecutiva. Y en Unicaja, uno de los elementos clave para la fusión con Liberbank fue que el presidente debía perder las funciones ejecutivas tres años después de la operación.
Goirigolzarri, de 70 años, pone fin a su tercera etapa al frente de un banco español. Inició su carrera en el BBV y, tras su fusión con Argentina, fue consejero delegado de BBVA entre 2001 y 2009. Años después, tras la intervención pública de Bankia, el Estado lo designó como presidente, con José Sevilla como número dos. Ocupó esta posición hasta la fusión con CaixaBank, en 2021, cuando fue nombrado presidente de este banco.