Últimos días antes del inicio del curso universitario y son miles los jóvenes que siguen sin tener claro dónde vivirán los próximos meses. Las primeras semanas de septiembre son el punto y final a un largo periodo de búsqueda y análisis de diferentes alquileres. Según los expertos, la subida generalizada de precios ha aumentado el número de estudiantes que esperan hasta el último momento.
Según datos de LIVE4LIFE, el precio medio de una habitación en España ronda los 350 euros. Sin embargo, existen claras diferencias. Desde los 500 euros de media que puede costar en Madrid a los 275 que cuesta al mes en otra ciudad universitaria como Granada o Alicante. Valencia se mueve en torno a los 360 euros y Sevilla hacia los 330. Estas cantidades influyen y mucho en los estudiantes.
“Estamos detectando que los jóvenes cada vez alargan más el periodo de búsqueda. En nuestro caso intentamos potenciar al máximo el análisis online, pero aún así detectamos cómo los futuros inquilinos analizan más tiempo cada una de sus opciones”, explica Alberto Añaños, CEO de LIVE4LIFE, plataforma valenciana dedicada al alquiler de habitaciones para jóvenes y estudiantes.
Según detallan, la campaña para búsqueda de habitaciones de cara al curso siguiente comienza en torno al mes de mayo. Desde entonces, son decenas los anuncios que los jóvenes revisan con el objetivo de cerrar cuanto antes cuál será su estancia a lo largo de los meses que dure el año universitario. Sin embargo, lo que antes era cuestión de semanas, ahora se ha alargado.
Esta subida generalizada de precios provoca que los jóvenes busquen diferentes opciones y las analicen con calma. Incluso llegando muchos de ellos al mes de septiembre sin haber concretado cuál será su vivienda.
“Es cierto que los estudiantes suelen tener el respaldo financiero de padres y madres. Y eso da una gran seguridad a los propietarios que alquilan. Pero pese a esta viabilidad económica, no quieren quedarse con la primera opción que ven en el mercado”, indica Añaños.
Por ello, con la llegada de septiembre y el inicio del curso a la vuelta de la esquina, la búsqueda de vivienda se dispara en el último momento. Y lo hacen con un perfil de inquilino muy claro: jóvenes que buscan alquilar una habitación, que esté bien conectada con el ocio o con el centro universitario, y que no suponga un gran desembolso que perjudique la economía familiar.
“Prevemos días de mucho movimiento. Suelen ser contratos que solo se alargan hasta el final del curso. Y en unos meses, el proceso vuelve a empezar”, concluye el experto.
Alquiler de última hora
Pese a todo, el inicio del curso no es el final. Según explican desde la compañía, también es posible alquilar una habitación una vez ha comenzado el curso. De hecho, potenciar el alquiler vía digital permite facilitar el análisis de las viviendas disponibles y los trámites para poder llegar a un acuerdo.
En este tipo de situaciones, es evidente que la disponibilidad es menor ya que la parte importante de la campaña de alquiler se ha pasado. Sin embargo, no es imposible y este tipo de plataformas agilizan el proceso para un colectivo tan relevante como el de los estudiantes.
