Irene, ¿Qué le ha hecho España para que la odie tanto? Será que en Bélgica todo es mejor, y por eso tuvo que buscar allí un nuevo puesto de trabajo. Pienso que el cambio de aires se debió al clima, al azul del cielo o la melodía de los pájaros, por el sueldo no creo que fuera, la gente de izquierdas no se fija en algo tan banal como el dinero.
Irene, ¿por cuántas cosas quiere que pida perdón España? Tal vez si hace una lista pueda ordenar mejor sus ideas, que es usted un poco despistada y, de vez en cuando, incurre en alguna que otra incongruencia en sus discursos. Si no es mucho pedir especifique también quiénes deben pedir perdón, si es España en su conjunto o si son solo unos pocos. Me consta que tiene usted una gran fijación con determinadas personas, aunque no daré nombres, sí diré que comparten la profesión de empresario. Por favor, haga la lista, así podremos ir punto por punto.
Irene, ¿ha viajado mucho fuera de España? Sé que unos cuantos viajes sí que ha tenido la oportunidad de hacer, por suerte yo también he tenido esa oportunidad. Pensaba que gracias a sus viajes se habría dado usted cuenta de la suerte que tiene por haber nacido en un país como España, si no ha sido así quizá se deba a su siempre inconformista y pesimista visión, cuando uno se ve a sí mismo como el gran y único salvador del mundo todo acaba sabiendo a poco.
Irene, quizá todavía no haya encontrado en sus viajes a nadie de su agrado, asumo que le costará encontrar a alguien a su altura moral. Sea como fuere, yo parezco haber tenido algo más de suerte que usted, ya que en mis viajes solo he encontrado admiración y buenas palabras hacia España, lo que me ha servido para reforzar un orgullo que ya sentía, si usted nunca ha sentido tal cosa, lo lamento enormemente. Pero bueno, al final qué importará lo que opinen los de fuera, a mí lo que más me entristece es la baja consideración que tienen los españoles de su propio país. Si es que nunca habrá peor enemigo para España que sí mismo, y encima ahora parece que lo único que moviliza a la izquierda española es el desprecio por todo lo que ha sido, es y será España.
Irene, llegados a este punto creo que ha llegado la hora de que le cuente mi sueño, preste atención porque no se trata de un sueño cualquiera. Mi sueño se llama España, en mi sueño España no es un lugar de buenos y malos, tampoco hay castigos para unos y privilegios para otros. En mi sueño, a quien siente orgullo al hablar de España o a quien porta los símbolos que la representan no se le mira con recelo, ni mucho menos con odio.
Irene, le pido que no se confunda, no crea que en mi sueño España es un país sin diferencias, de creencias idénticas, en el que nadie se cuestiona lo que dice el de al lado porque está siempre de acuerdo con él. No, claro que no, anhelar tal cosa sería una utopía y, además, sería una utopía muy aburrida. España es diversa, es diversa en sus gentes, en sus paisajes, en su gastronomía, en sus tradiciones, en todo. Sé que le costará verlo, su campo de visión es reducido porque en él sólo caben unos pocos.
Irene, España es mi sueño y por eso se lo he contado, diría que usted es mi pesadilla, pero tal clasificación se le queda demasiado grande. Siga usted odiando a España si es lo que quiere, siga exigiendo perdones si eso le complace. Mientras, yo seguiré soñando con la España feliz y, quizá algún día, el sueño será real.