Brian Raimundo Céspedes durante el juicio. QUIQUE GARCIA. EFE
La Audiencia Provincial de Barcelona ha condenado a 35 años a Brian Raimundo Céspedes por la brutal violación de una menor de 16 años en Igualada (Barcelona). El tribunal le condena a 20 años por asesinato en grado de tentativa y a 15 años por agresión sexual con penetración y uso de un objeto contundente. La Fiscalía había pedido para el acusado 45 años de prisión por agresión sexual y por intento de homicidio.
Además, el Tribunal considera el agravante por cuestión de género en los delitos. La resolución fija una indemnización a la víctima de 332.727,65 euros. El médico forense que atendió a la víctima destacó en el juicio que las lesiones que presentaba solían verlas más «en la sala de autopsias que en una consulta de valoración de daños», por lo que calificó de «milagro» que hubiese sobrevivido.
El acusado, Brian Raimundo C., fue trasladado desde el centro penitenciario en el que permanece en prisión preventiva hasta la Audiencia para que el tribunal le notificara la sentencia en un acto conjunto en presencia de todas las partes.
Graves secuelas de la menor
En el juicio, que tuvo lugar entre el 17 y el 21 de junio pasados, la Fiscalía mantuvo que el acusado actuó con un «ánimo ruin, perverso, cobarde y traicionero» y con una «maldad brutal» al violar a la joven esa madrugada del 1 de noviembre de 2021 en un polígono industrial Igualada.
La menor había salido la noche anterior con una amiga a la discoteca Epic, pero cuando se dirigía sola hacia el tren para regresar a su casa en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) hacia las 6:00 horas, fue abordada presuntamente por Brian Raimundo C., de 21 años, de «forma sorpresiva» y se la llevó a una zona «solitaria y huérfana de testigos, poco iluminada y sin cámaras» para agredirla sexualmente, como sostiene la Fiscalía.
Durante unos 20 minutos, según el Ministerio Público, el procesado golpeó a la chica en varias partes del cuerpo y la penetró «de manera brutal». Además, tras la violación, le dio «un fuerte golpe en la cabeza» y la dejó abandonada en el suelo.
Un agente de los Mossos d’Esquadra especialista en análisis de conducta criminal aseguró que el acusado buscaba «hacer el máximo daño posible a la víctima». También dijo que el hecho de que dejara a la chica abandonada en el polígono donde la agredió, prácticamente desnuda, demuestra una «falta de empatía y arrepentimiento».
El mismo agente recordó que el ahora condenado tiene antecedentes por agredir sexualmente a su hermana cuando era menor de edad y a dos exparejas.
Secuelas físicas y psicológicas
La agresión fue de tal brutalidad que la joven no recuerda «nada» por el fuerte golpe en la cabeza que recibió, y le dejó graves heridas por las que tuvo que permanecer hospitalizada casi un año y se tuvo que someter a varias cirugías. De hecho, la menor perdió casi la totalidad de la audición de uno de los oídos.
El ministerio público, además de los 45 años de prisión, solicita una indemnización de 260.000 euros para la víctima por todas las secuelas físicas y emocionales que sufre y ha sufrido.
