Imagen: El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, en una imagen de archivo. — Alejandro Martínez Vélez / Europa press
La Abogacía del Estado ha recurrido la imputación del fiscal general del Estado Álvaro García Ortiz y la de la fiscal jefe provincial de Madrid Pilar Rodríguez por un delito de revelación de secretos por la presunta filtración de datos confidenciales del novio de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador. En el recurso presentado, ha defendido que existe “un evidente y manifiesto error” en la afirmación de que los representantes del Ministerio Público filtraron un correo del 2 de febrero en el que Amador reconocía dos presuntos delitos fiscales.
El argumento que ha esgrimido es que “las primeras publicaciones en prensa que contienen información literal del contenido del correo se producen antes” de que el fiscal del caso, Julián Salto, enviase dicho correo a Rodríguez. Además, ha afeado que el Supremo “obviara” las horas concretas en las que la información fue apareciendo el pasado 13 de marzo, cuando la prensa publicó las filtraciones.
En definitiva, en el recurso de súplica presentado ante la Sala de lo Penal, los servicios jurídicos del Gobierno sostienen que los indicios valorados por el Supremo no eran suficientes para investigar al máximo responsable del Ministerio Público por la difusión de los correos electrónicos intercambiados entre la Fiscalía Provincial de Madrid y la defensa del empresario Alberto González Amador.
Los servicios jurídicos del Estado han lamentado que “las confrontaciones políticas que justificaron que este asunto saltara a la prensa” hayan sido ignoradas al “valorar los eventuales beneficiarios de esta difusión tergiversada” y ha señalado que “está acreditado que parte de las difusiones previas provenían del entorno de la defensa [de González Amador]. También ha manifestado que la declaración de Salto “pone de relieve que ni García Ortiz ni Rodríguez tenían a su disposición los correos electrónicos ni conocían los términos de la conformidad, lo que impedía haber filtrado cualquier tipo de información.
Para ellos, resulta “palmario” que la filtración de los correos del novio de Ayuso “tuvo lugar con anterioridad” a que los fiscales acusados recibieran la información sobre los supuestos delitos fiscales. “Por tal motivo, los hechos examinados por la Sala no son constitutivos de delito, procediendo el archivo de la presente causa especial”, ha declarado.
“Fuentes cercanas a la defensa”
En este sentido, resalta que los primeros medios de comunicación que filtraron el contenido de los correos que mantuvieron el letrado de la defensa de González Amador y el fiscal Salto, «según se desprende del tenor literal de los artículos, obtienen la información de fuentes cercanas a la defensa».
«Se advierte que ese indicio –contra García Ortiz y Pilar Rodríguez– es de mínimo poder incriminador, si resulta que en realidad, los correos de referencia estaban en poder del afectado, de su defensa, de la Fiscalía y de múltiples medios de comunicación que dijeron ser informados por la defensa del querellante«, añade.