Julian Assange, el fundador y ex máximo responsable de la plataforma WikiLeaks, ha alcanzado un acuerdo provisional con las autoridades estadounidenses para declararse culpable de violar la Ley de Espionaje de ese país. Esta ley prohíbe la conspiración para obtener de manera ilegal información relacionada con la defensa nacional. A cambio, Assange recibiría una pena de cinco años de prisión. Dado que ya ha cumplido cinco años y tres meses en la prisión de máxima seguridad británica de Belmarsh, se espera que Estados Unidos lo repatrie a su Australia natal.
Camino a Australia y lejos de Estados Unidos
Primero deberá acudir a las islas Mariana para comparecer el miércoles y es que, aunque las Marianas del Norte están a más de 5.000 kilómetros de Australia, la proximidad relativa en términos del Océano Pacífico hizo de este territorio una opción preferida para Assange. Además, al no ser parte del territorio continental de Estados Unidos, el sistema legal ofrece mayor flexibilidad, similar a Guantánamo o a los buques de guerra utilizados como prisiones, pero a la inversa.
Catorce años de lucha
La conclusión del caso representará el cierre de una historia de casi catorce años que combina elementos de novela de espías, biografía revolucionaria y comedia absurda. Directores como Costa-Gavras, Gilo Pontecorvo o Berlanga podrían haber retratado la saga de Assange en el cine, aunque fue Oliver Stone quien finalmente lo hizo, con una de sus narrativas moralistas.
Acusaciones sobre WikiLeaks y el activista
La publicación de documentos por parte de WikiLeaks, que expuso videos y mensajes cifrados entre agencias de espionaje estadounidenses, intensificó la presión policial sobre Assange. Las primeras acusaciones fueron por violación en Suecia, pero lo que más preocupaba a Assange era la Ley de Espionaje de Estados Unidos, que en teoría podría condenarlo a cadena perpetua o incluso a la pena de muerte.
Assange pasó más de siete años en la embajada de Ecuador en Londres como refugiado político, en una especie de arresto domiciliario que según informes afectó su salud mental. Durante ese tiempo, figuras públicas como la ex modelo de Playboy Pamela Anderson lo visitaron en solidaridad. Assange también se pronunció a favor de la independencia de Cataluña en 2017, lo que erosionó su imagen de periodista objetivo y lo posicionó más como un activista antisistema.