El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, considerado el aliado más firme del presidente ruso Vladimir Putin, ha generado preocupación internacional debido a su delicado estado de salud. Durante una reciente cumbre en Astaná, Kazajistán, Lukashenko sufrió un incidente de salud que ha levantado alarmas sobre la estabilidad del eje Minsk-Moscú.
Según informes del diario británico Mirror, Lukashenko, de 69 años, perdió el conocimiento durante la cumbre en la que también participaron Putin y el líder norcoreano Kim Jong-un. Dmitri Bolkunets, analista político bielorruso, confirmó el incidente, mencionando que no es la primera vez que el presidente bielorruso sufre desmayos. Bolkunets atribuye estos episodios a factores como el calor, los vuelos, el estrés y los nervios, además de un estilo de vida que incluye el consumo de alcohol.
En mayo de 2023, Lukashenko fue diagnosticado con una condición médica seria y compleja conocida como coagulación intravascular diseminada (CID). Esta enfermedad implica la formación de coágulos de sangre en los vasos pequeños del cuerpo, lo que puede provocar hemorragias graves y es un signo de afecciones subyacentes graves como cáncer o enfermedades hepáticas. Desde entonces, Lukashenko ha estado bajo tratamiento y se le ha recomendado evitar el estrés y la ansiedad.
El medio de comunicación ruso independiente TV Rain informó sobre el estado de salud de Lukashenko durante la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái. Según sus fuentes, Lukashenko llegó a Astaná el 3 de julio, desembarcando solo del avión, pero mostrando signos visibles de deterioro. Durante su participación en la cumbre, su aspecto empeoró notablemente. TV Rain describió a Lukashenko como pálido y con un brillo inusual en el rostro, además de una falta de seguridad al hablar.
El politólogo bielorruso Valeri Karbalevich también ha comentado sobre la evidente mala salud del presidente, destacando su aumento de peso, problemas para caminar y temblores visibles en la cara y la cabeza durante apariciones públicas. Karbalevich señala que la salud de Lukashenko se mantiene en secreto como una cuestión de Estado, lo que dificulta obtener detalles precisos sobre su condición.
Las ausencias regulares de Lukashenko los miércoles, presumiblemente para recibir tratamiento médico, han coincidido con gestos inusuales de indulgencia por parte del presidente. Recientemente, indultó y liberó a uno de los miles de presos políticos, quien padece cáncer, e insinuó la posibilidad de liberar a más en el futuro, justificando estos actos con un «enfoque humano».
Lukashenko, en el poder desde 1994, ha mantenido su mandato mediante elecciones ampliamente cuestionadas y la represión de la disidencia, incluyendo la manipulación de las elecciones presidenciales de 2020 y el uso de la policía secreta, la KGB, para detener a sus oponentes.