El viernes por la noche, la ciudad alemana de Solingen sufrió un violento atentado que dejó tres muertos y varios heridos graves. El ataque se produjo durante la celebración del 650 aniversario de la fundación de la ciudad, un evento que congregaba a numerosas personas en el casco histórico. Un hombre encapuchado y armado con un cuchillo atacó de manera indiscriminada a los asistentes, causando la muerte de dos mujeres y un hombre. Además, cuatro personas resultaron gravemente heridas y permanecen en estado crítico.
El atentado, ocurrió sobre las 21:40 horas. Durante la agresión, el atacante se enfocó en acuchillar a sus víctimas en el cuello, lo que provocó la muerte inmediata de tres personas. Además, varios testigos del incidente han sido tratados por el shock sufrido al presenciar la brutalidad del ataque.
Estado Islámico
A última hora del sábado, el grupo terrorista Estado Islámico (EI) reivindicó la autoría del ataque, elevando la gravedad y el impacto del suceso. Este es el primer atentado reivindicado por el EI en Alemania desde 2016, cuando el extremista Anis Amri embistió con un camión un mercadillo navideño en Berlín, matando a 13 personas.
Horas antes de la reivindicación, la Policía alemana había ofrecido una conferencia de prensa en la que, si bien no quisieron adelantarse a catalogar el ataque como un acto terrorista, sí indicaron que se trataba de un acto premeditado con el objetivo de sembrar el terror entre la población. La precisión con la que el atacante actuó, apuntando específicamente al cuello de sus víctimas, y la elección del lugar del ataque, llevaron a las autoridades a considerar que el ataque tenía una intención clara de causar el mayor daño posible.
Un joven de 15 años fue detenido por no haber advertido a las autoridades sobre los planes del atacante, tras haber escuchado una conversación en la que éste expresaba su intención de «acuchillarlos a todos». Posteriormente, la Policía realizó un segundo arresto, que según fuentes no oficiales, se llevó a cabo tras un operativo en un centro de acogida de refugiados en el centro de Solingen. Sin embargo, la Policía no ha confirmado si este segundo arresto corresponde al autor material del ataque, que hasta el momento sigue prófugo.
Las autoridades han sido cautelosas en sus declaraciones, conscientes de que cualquier información revelada podría alertar a posibles cómplices o al propio atacante, quien permanece en búsqueda y captura. A pesar de ello, medios alemanes como «Die Welt» han reportado que el agresor habría gritado «Alá es grande» durante el ataque, aunque la Policía no ha confirmado esta información.
El atentado ha desencadenado una oleada de reacciones en la política alemana. El Ayuntamiento de Solingen canceló todas las celebraciones del centenario y se espera que en los próximos días se celebre un acto oficial de condolencias. El Ministro-Presidente de Renania del Norte-Westfalia, Hendrik Wüst, pidió evitar las especulaciones sobre la autoría del atentado, mientras que la Ministra del Interior, Nancy Faeser, emitió un comunicado asegurando que las fuerzas de seguridad están haciendo todo lo posible para capturar al atacante y esclarecer los antecedentes del ataque.
Por su parte, el canciller Olaf Scholz expresó en la red social X su deseo de que el perpetrador sea capturado cuanto antes y castigado por sus crímenes. Lars Klingbeil, presidente del SPD, el partido del canciller, propuso prohibir el porte de cuchillos en lugares públicos, argumentando que Alemania tiene un problema creciente con la violencia relacionada con el uso de cuchillos. Según estadísticas, los ataques con cuchillo han aumentado en Alemania, pasando de 10,101 en 2021 a 13,884 en 2023. Aunque muchos de estos ataques ocurren en el ámbito familiar, también hay un incremento preocupante en la violencia en la vía pública.
