Como si la temprana eliminación de Carlos Alcaraz no hubiera sido suficiente para sorprender al mundo del tenis, en la noche del viernes Novak Djokovic se convirtió en otro de los pesos pesados del US Open en decir adiós mucho antes de lo esperado. El cuatro veces campeón en Flashing Meadows y defensor del título fue una sombra de sí mismo y cayó ante Alexei Popyrin por 6-4, 6-4, 2-6 y 6-4 en 3 horas y 19 minutos de juego.
Nole poco pudo hacer ante la solidez y consistencia del juego de su rival, en pleno camino ascendente tras haber conquistado el Masters 1000 de Canadá recientemente. Desilusionado por la derrota, el Nº2 del mundo reconoció su bajo nivel en la conferencia de prensa posterior al partido: «Honestamente, con la manera en que me sentía y la manera en que jugué desde el principio de este torneo, llegar a tercera ronda es un éxito. He jugado uno de los peores tenis que he jugado jamás«.
Djokovic hizo hincapié en el servicio, un factor clave de juego en superficies rápidas como la del US Open: «Mi saque fue, con diferencia, uno de los peores de mi vida. Fue un partido horrible por mi parte”.
«Simplemente no tenía gasolina«
Novak Djokovic
La eliminación en tercera ronda supone su peor performance en Nueva York desde 2006 y la caída más dura en un Grand Slam desde Australia 2017, cuando fue vencido por el uzbeko Denis Istomin en el segundo partido. Aquel año fue el último en el que Nole cerró la temporada sin alzar uno de los cuatro grandes torneos, algo que se repetirá en este 2024.
“Gasté mucha energía ganando el oro y llegué a Nueva York no sintiéndome fresco mental y físicamente. Como es el Abierto de Estados Unidos, le di una oportunidad y di lo mejor de mí. Quiero decir, no tuve problemas físicos. Simplemente no tenía gasolina y se podía ver por la forma en que jugué”, admitió.