En su más reciente y controvertida declaración, el expresidente estadounidense y actual candidato republicano a la Presidencia, Donald Trump, ha prometido implementar «deportaciones masivas» de migrantes haitianos. Esta promesa la realizó desde el estado de Ohio, en una conferencia en California, donde Trump hizo eco de un bulo ampliamente difundido en redes sociales que sostiene, sin evidencia alguna, que los migrantes haitianos han estado comiendo mascotas en la ciudad de Springfield.
Trump fue firme al afirmar: “Haremos grandes deportaciones desde Springfield, Ohio”, apuntando a los migrantes haitianos como responsables de «destruir la forma de vida» estadounidense. Estas declaraciones no solo avivan la ya creciente tensión sobre el tema migratorio, sino que también refuerzan su línea política antiinmigrante que ha caracterizado su retórica tanto en su anterior mandato como en su actual campaña para la Casa Blanca.
Pese a las afirmaciones de Trump, las autoridades del estado de Ohio han aclarado que no existen informes oficiales que respalden tales acusaciones. Ni las fuerzas del orden ni las entidades de seguridad locales han encontrado pruebas que corroboren la difusión de este bulo. A raíz de ello, instaron a la moderación del discurso antiinmigración, advirtiendo que tales comentarios podrían generar problemas de seguridad y tensiones sociales en la región.
El alcalde de Springfield, Rob Rue, también expresó su preocupación por la situación, pidiendo a los políticos nacionales que rebajen su retórica. “Están perjudicando a la población”, declaró Rue en una entrevista con WSYX, donde lamentó que este tipo de afirmaciones hayan provocado un «giro negativo en la ciudad», afectando tanto a los migrantes como a los residentes locales.
Kamala Harris
Durante el reciente debate presidencial entre Trump y la candidata demócrata Kamala Harris, este tema se convirtió en un punto álgido de discusión. Harris, quien aspira a mantener la Casa Blanca bajo el liderazgo demócrata, se rio y calificó las afirmaciones de Trump como «extremas». En medio del intercambio, la vicepresidenta no dejó de señalar la falta de fundamento de las declaraciones del exmandatario, subrayando la necesidad de abordar la inmigración con un enfoque más humanitario y alejado del miedo y la desinformación.
El actual presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, también se pronunció sobre este tema, mostrando una fuerte postura en defensa de la comunidad haitiana en el país. Durante una rueda de prensa, Biden afirmó que la comunidad haitiana está «bajo ataque» debido a los comentarios republicanos y pidió un alto inmediato a este tipo de discursos divisivos.
«Simplemente está mal. No tiene cabida en Estados Unidos», señaló Biden. «Esto tiene que parar», añadió, criticando la retórica incendiaria que, según él, busca avivar la xenofobia y el racismo en lugar de promover soluciones efectivas a la crisis migratoria.