Imagen: Nicolás Maduro-Jesús Vargas (Huffington Post)
El régimen de Nicolás Maduro está recuperando en 2024 a España como un cliente histórico de su industria del petróleo. Las exportaciones de petróleo desde Venezuela se han disparado a un ritmo del 160% interanual, después de que en 2023 fueran casi el doble. Las importaciones de petróleo venezolano se han multiplicado en lo que va de 2024, situándose por delante del que procede de Argelia, Irak o Kazajistán.
A la cabeza del suministro de petróleo a España se encuentra Estados Unidos, que desde 2015 ha pasado de la irrelevancia a convertirse en la principal fuente de hidrocarburos, si se tiene en cuenta tanto el petróleo y sus derivados, como el gas natural licuado (GNL) para calefacción y generación eléctrica.
El giro de las fuentes de aprovisionamiento de crudo hacia países americanos y africanos se completa con Venezuela, pues la guerra en Oriente Medio ha desplazado a los proveedores tradicionales como Arabia Saudí o Irak. La industria española dejó de comprar petróleo a Irán antes de la pandemia.
De enero a julio, según los datos oficiales de la agencia española de reservas estratégicas Cores, España ha comprado más de 1´7 millones de toneladas de petróleo a Venezuela en 2024 a un ritmo (+160%) que le llevará a alcanzar niveles no vistos desde hace 15 años, cuando el gobierno español, bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero impulsó grandes acuerdos de importación con el entonces presidente venezolano Hugo Chávez, justo antes de la crisis financiera y que los precios del crudo se redujesen un 50% en pocos meses.
Según los datos de la Secretaría de Comercio Exterior, la factura energética española en importaciones de petróleo y derivados se elevó hasta los 24.120 millones de euros en el primer semestre de este año, un 10% más que en 2023. España ya ha comprado cargamentos a Venezuela por valor de más de 1.300 millones y se acercará a los 2.500 millones a final de año, según estimaciones del sector a partir de los últimos datos disponibles.
Por otro lado, Repsol recibió autorización de Estados Unidos para seguir operando en el país después del 31 de mayo, mientras que en abril la petrolera que preside Antonio Brifau firmó nuevos acuerdos de colaboración con Petróleos de Venezuela S.A. Teniendo en cuenta esto, no extraña el incremento de importaciones de petróleo venezolano.
La crisis diplomática no perjudica la compra de petróleo
Tras el aval del Congreso para reconocer presidente electo a Edmundo González, el diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela, Jorge Chirinos, pidió a Maduro que echara a la compañía española y rompiera la alianza petrolera con España.
Sin embargo, el gobierno de Maduro no puede permitirse romper lazos comerciales con Repsol, pues es una de las pocas vías occidentales que le quedan a Venezuela para exportar petróleo en un contexto de urgencia económica.