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Mientras el país centra su atención en las consecuencias de la reciente DANA, el Gobierno sigue avanzando en varias direcciones. Durante las reuniones diarias de crisis por el temporal, María Jesús Montero y Yolanda Díaz encontraron tiempo para negociar un ambicioso paquete fiscal. Este ajuste es crucial para asegurar la aprobación del siguiente tramo de fondos europeos y facilitar el camino hacia los Presupuestos.
En este contexto, Sumar ha impulsado medidas fiscales progresistas, incluyendo un 21% de IVA para las viviendas turísticas, un incremento de dos puntos en la tributación de rentas de capital superiores a 300.000 euros, un nuevo impuesto sobre bienes de lujo y la eliminación del régimen fiscal de las socimis, frecuentemente utilizado para evitar impuestos.
La complejidad de las alianzas y la negociación de los Presupuestos
A pesar de alcanzar un acuerdo interno en la coalición que reanima la negociación presupuestaria, la ampliación del pacto a otros grupos de la cámara enfrenta obstáculos. Los intereses fiscales divergentes entre los socios parlamentarios, como el PNV y Junts, complican la negociación. La Comisión de Hacienda, prevista para el lunes, fue cancelada a última hora ante la posibilidad de que ERC y Bildu rechazaran el paquete fiscal. El Gobierno necesita aprobar este acuerdo fiscal antes de fin de año para garantizar los 10.000 millones de euros del próximo tramo de fondos europeos, vitales para sostener la recuperación económica.
Presión de la Unión Europea y la urgencia del ajuste fiscal
Bruselas ha insistido en que España debe aumentar su presión fiscal, ya que actualmente está por debajo de la media europea. Un incumplimiento del acuerdo fiscal podría poner en riesgo la llegada de los fondos comprometidos, un revés significativo para un Gobierno que ha presumido de su rapidez en recibir las ayudas europeas. Conscientes de la presión, desde Moncloa confían en que la cancelación de la comisión sea solo un retraso temporal, y el Ministerio de Hacienda ha reabierto negociaciones con ERC en busca de su apoyo.
La incertidumbre entre los socios y el reto de mantener la mayoría
Los argumentos de ERC muestran la dificultad de conseguir un consenso en cuestiones fiscales entre grupos con posiciones tan diversas. Junts, por su parte, insiste en mantener su compromiso de no extender el impuesto a las grandes energéticas, mientras que Sumar impulsa medidas progresistas. En paralelo, Podemos mantiene una postura firme en temas presupuestarios, lo que agrega más complejidad a la negociación.
El Gobierno continúa las negociaciones para lograr un equilibrio que permita aprobar los Presupuestos y consolidar la legislatura. A pesar de las tensiones y los obstáculos, como la cancelación de la comisión de Hacienda, los contactos discretos y reuniones siguen en marcha. La coalición confía en aprobar las Cuentas entre febrero y marzo, despejando la incertidumbre que ha marcado una legislatura políticamente inestable desde el principio.