El precio de la vivienda libre ha registrado un aumento del 8,1% interanual en el tercer trimestre del año, según los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística. Este incremento marca la mayor subida desde el primer trimestre de 2022, cuando los precios crecieron un 8,5%. El repunte actual está impulsado, principalmente, por el encarecimiento de la vivienda de segunda mano, que subió un 7,9%, la tasa más alta en más de un año.
Por su parte, el precio de la vivienda nueva también ha experimentado un fuerte crecimiento, con un alza del 9,8% interanual. Sin embargo, esta cifra representa una ligera moderación en comparación con periodos anteriores. Entre las comunidades autónomas con los mayores incrementos destacan Navarra, Andalucía y Aragón.
Factores que impulsan la subida
Según los expertos, varios factores están detrás de este aumento sostenido en los precios. Uno de los principales es la caída del euríbor, que cerró noviembre en un 2,5%, su nivel más bajo de los últimos 25 meses. Esta situación ha impulsado la demanda de hipotecas, lo que, combinado con un estancamiento en la oferta y el crecimiento poblacional, ha generado una presión al alza sobre los precios.
Alejandro Inurrieta, experto en vivienda, señala que “gran parte del incremento tiene un carácter especulativo”. Explica que muchas compras no se realizan para habitar las viviendas, sino para obtener rentabilidad. “La llegada de capital extranjero está penetrando en distritos de rentas medias y bajas, tensionando los precios”, agrega.
Además, la presencia de inversores extranjeros ha incrementado la competencia en el mercado, afectando especialmente a las zonas urbanas con alta demanda. Este desajuste entre la oferta y la demanda está creando un escenario de tensión que parece lejos de estabilizarse.
A pesar del fuerte aumento en los precios, las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales continúan disminuyendo. En el tercer trimestre del año, se registraron 1.718 desahucios en España, un 1,1% menos que en el mismo periodo del año anterior. Esta cifra representa el nivel más bajo desde el segundo trimestre de 2020, justo antes del impacto de la pandemia.
Cataluña y la Comunidad Valenciana encabezan el número de desahucios, aunque los datos reflejan una tendencia general a la baja. Inurrieta explica que “la banca está dando hipotecas a ciertos segmentos de solvencia elevada y no a los que tienen menos capacidad económica”. Este cambio en las políticas de crédito podría estar influyendo en la reducción de los impagos y las ejecuciones.