El partido socialista ha registrado este viernes una proposición de ley en el Congreso de los Diputados, con la que pretenden restringir el uso de la acusación particular. Esta herramienta jurídica permite a los ciudadanos y entidades personarse en procedimientos penales sin verse afectados posteriormente.
Esta decisión del PSOE ha sorprendido debido al uso histórico que ha hecho de esta herramienta jurídica en casos de corrupción vinculados a su opositor, el Partido Popular.
El PSOE ha utilizado la acusación popular como estrategia en distintos casos de corrupción, como el caso Gürtel o Púnica. Ahora, el partido socialista quiere legislar contra esta herramienta con el fin de beneficiarse en casos que afectan presuntamente al partido de Sánchez en la actualidad.
Manos Limpias, Iustitia Europa, Hazte Oír, así como Vox y PP, se han presentado como acusación popular para impulsar polémicos casos contra el PSOE. Debido al papel de esta herramienta jurídica, se ha abierto una investigación contra el hermano del presidente del Gobierno, David Sánchez. También ha permitido la apertura de diligencias contra la esposa de Sánchez, Begoña Gómez.
En 2009, el PSOE se presentó como acusación popular en el caso de la trama Gürtel y que implicó a empresarios y altos cargos del Partido Popular. El PSOE se personó para obtener información y tratar de que el partido presidido entonces por Mariano Rajoy fuera condenado a toda costa. En el caso Bárcenas, los socialistas se personaron como acusación popular, en este proceso, el PSOE realizó una intensa presión contra el PP.
La proposición de Ley del PSOE eliminaría la herramienta jurídica de la acusación popular
El PSOE también fue especialmente combativo con sus abogados en los casos Púnica y Lezo, es decir, los sumarios que toman el nombre por dos otrora pesos pesados del PP madrileño, Francisco Granados e Ignacio González, por su gestión en el Canal de Isabel II. Se investigó el desvío de fondos, tal como también está sucediendo ahora en el caso Koldo.
Según desveló OKdiario, el partido socialista usó de nuevo la herramienta de la acusación popular para ir en contra del Partido Popular en la conocida Operación Kitchen. También se personó en asuntos como el caso Urdangarin que levantó a pulso el sindicato Manos Limpias que ahora Sánchez desprestigia.
Con esta proposición de Ley, el PSOE plantea limitar el uso de la acusación popular y alega que existe una necesidad de proteger los derechos fundamentales frente a lo que consideran “acciones judiciales abusivas”. Según su propuesta, esta figura podría ser empleada de manera instrumental por organizaciones con fines meramente políticos, algo que ellos mismos han hecho durante años con relativo éxito.