Imagen: Europa Press
La reforma laboral impulsada por Yolanda Díaz ha generado un impacto significativo en el panorama del empleo en España, según revela el último informe anual del Banco de España. Si bien ha habido una reducción notable en la tasa de temporalidad en el sector privado, cayendo al 16,5%, la misma sigue siendo alta en el sector público, manteniéndose cerca del 30%.
Mejora del empleo
El informe destaca que la estabilidad laboral se ha visto afectada en los contratos indefinidos, con una disminución en su supervivencia después de un año, pasando del 52,5% al 48%. A pesar de una ligera convergencia con los estándares de la Unión Europea y una disminución en los flujos de salida hacia el desempleo, que han caído del 3,3% al 2,8%, el porcentaje sigue siendo considerablemente más alto que el promedio de la UE, situado en el 1,2%.
Necesidad de una mayor estabilidad
El Banco de España subraya la necesidad de aumentar la estabilidad del empleo, señalando que solo el 16,1% de las relaciones laborales continúan un año después de su inicio. También resalta que la normativa actual sobre la jubilación activa limita su uso y sugiere modificaciones, así como una revisión exhaustiva de las políticas de empleo para abordar la persistente tasa de desempleo, especialmente entre los jóvenes, los trabajadores mayores de 50 años y los parados de larga duración.
Algunas medidas para mejorar la situación
Se plantean medidas como incentivos para la contratación flexible, programas de recolocación y formación profesional, cambios en las prestaciones por desempleo y una mayor atención a la búsqueda de empleo como vías para mejorar el panorama laboral en España.
¿Qué es un contrato fijo-discontinuo?
Se utilizan en actividades que experimentan periodos de actividad intermitente o estacional. En este tipo de contratos, el trabajador tiene una relación laboral continua con la empresa. No obstante, su prestación de servicios está sujeta a la necesidad del empleador, que puede variar según la temporada o la demanda del mercado.
Por lo general, los contratos fijo-discontinuos se utilizan en sectores como el turismo, la hostelería, la agricultura o la construcción, donde la actividad puede ser estacional o estar sujeta a fluctuaciones estacionales. Los trabajadores contratados bajo esta modalidad suelen ser convocados para trabajar durante los periodos de mayor demanda y pueden estar en situación de inactividad durante los periodos de baja demanda.