Donald Sutherland recogió el Premio Donostia en 2019. Efe
Con la muerte de Donald Sutherland a los 88 años este jueves, desaparece el que ha sido uno de los mejores actores de su generación que, en su larga trayectoria, ha encarnado a un espía nazi, a un presidente dictatorial o a un médico en la guerra de Corea. El canadiense vivió una década colosal, la de los años setenta, en la que hizo trabajos legendarios, aunque curiosamente solo llegó a los premios Oscar cuando recibió el de Honor en 2018.
En total, ha rodado casi 200 películas y series de televisión y, por eso, queremos recordar los cinco filmes con los que Sutherland hizo huella, y también los que marcaron su carrera. Aunque las nuevas generaciones lo conocen por interpretar al presidente Snow en Los juegos del hambre, la realidad es que Sutherland se ha ido dejando un enorme legado.
M*A*S*H* (1970)
No podíamos empezar el listado con ninguna otra película que no fuera esta. Una comedia de Robert Altman sobre el equipo médico de un hospital de campaña (Mobile Army Surgical Hospital) durnate la guerra de Corea. Esta película lo convertiría en uno de los rostros clave del nuevo Hollywood más innovador.
Casanova (1976)
Federico Fellini le permitió dar rienda suelta a su chulería en esta aproximación al mito de Giaccomo Casanova, el gran seductor libertino. Por cierto, el italiano le contrató porque “tiene los ojos de un masturbador”. El productor, engatusado por hacer una Dolce vita en la Venecia del XVIII llena de sexo, propuso todas las bellezas masculinas y femeninas de la época. Hasta el nombre de Robert Redford salió a relucir.
La invasión de los ultracuerpos (1978)
Desde el espacio exterior llega una invasión que reemplaza a los humanos con réplicas. Si toda la película es angustiosa, en ese San Francisco convertido en una selva urbana, el último plano —que protagoniza Sutherland— hunde al público en una pesadilla sobrecogedora.
Space Cowboys (2000)
La última cabalgada hacia el atardecer espacial de un cuarteto de viejas glorias lideradas delante y detrás de las cámaras por Clint Eastwood, cuatro astronautas a los que la NASA recluta de nuevo porque ¿quién es capaz de ponerse al mando de una nave obsoleta? Sutherland encarna al ingeniero de vuelo, cuya memoria infinita le sirve para trampear y pasar el control médico.
Sutherland entró en el siglo XXI como un secundario de lujo en producciones a veces de inmenso éxito -el público joven lo conoció sobre todo por su participación en la serie Los juegos del hambre– en las que, por breves que fueran sus apariciones, adquirió una solidez interpretativa. Maduró bien. Este fue el Sutherland de Orgullo y prejuicio (Wight, 2005), El señor de la guerra (Niccol, 2006), La mejor oferta (Tornatore, 2013) o Ad Astra (Gray, 2019).
Los juegos del hambre (2012)
Sutherland interpretó al corrupto dictador Coriolanus Snow, diseñando las pruebas mortales de estos distópicos gladiadores, en una exitosa franquicia destinada al público adolescente.