Todo madrileño que pasee por el distrito centro ha pasado inevitablemente a su lado. Probablemente, si se ha acercado a la fachada, también ha visto la placa conmemorativa de su entrada, en la que se anuncia la primera misa celebrada por el dramaturgo Lope de Vega tras ser ordenado sacerdote. Pero pocos saben que, en la parroquia de San José, también contrajo matrimonio el famoso Simón Bolívar.
Simón Bolívar nació el 24 de julio de 1789 en Caracas, Venezuela, y cómo buen hijo de familia criolla, fue enviado a España para terminar sus estudios. Llegaría con 16 años y viviría durante junto a su familia cerca de la Puerta del Sol. Es así cómo conocería a María Teresa del Toro.
Por su parte, Teresa del Toro Alayza nació en Madrid, su padre, Bernardo Rodríguez del Toro y Ascanio, era el segundo hijo del gobernador y capitán general de la provincia de Venezuela. Su madre, Benita de Alayza Medrano, era hermana de del marqués de Inicio y conde de Rebolledo. Pese a haber nacido en Madrid, María Teresa no olvidó sus raíces y siempre estuvo estrechamente vinculada a la sociedad caraqueña.
La historia cuenta que se conocieron en el año 1800 en la casa del marqués Jerónimo de Ustáriz y Tobar, quien hospedó a Bolívar durante una temporada, y a quien Bolívar acostumbraba a llamar “tutor”. Aunque también debieron cruzarse gracias al primo hermano de María Teresa, Francisco José Rodríguez del Toro e Ibarra, quien era amigo íntimo de Bolívar.
La historia nos hace suponer que Bolívar quedó absolutamente prendado de María Teresa, anotando en sus escritos que “… pronto se enamoró…”.
Decidido a casarse, Bolívar le comunicaba a su tío don Pedro Palacios su decisión de la siguiente forma: “… y por haberme apasionado de una señorita de las más bellas circunstancias y recomendables prendas, como es mi señora doña Teresa Toro, hija de un paisano y aun pariente, he determinado contraer alianza con dicha señorita”.
En otra de las cartas de amor escritas a María Teresa, se refería a ella cómo “Amable hechizo del alma mía”. Hasta la fecha, no se han encontrado retratos de ella, pero todas las referencias, comentarios y opiniones coinciden en que la belleza de María Teresa se definía cómo “bonita” o “linda” con ojos claros y un comentado parecido con María del Pilar, su prima, por lo que suponemos que tendría cabellos rubios o castaños.
Bolívar llegó a seguirla en sus viajes por España hasta Bilbao, incluso hasta París. Allá donde ella iba, Bolívar la seguía. A su regreso a España, un 5 de abril de 1802, Bolívar le propuso contraer matrimonio. Esta decisión no hizo dudar al padre de María Teresa, pues ante la buena familia de Simón Bolívar, aceptó dando su permiso y bendición a la pareja.
Tras obtener el permiso del rey y las habituales amonestaciones eclesiásticas, el 26 de mayo de 1802 formalizaron su alianza en la hoy desaparecida iglesia de San José. La parroquia se transferiría en 1838 a la actualmente conocida Parroquia de San José, en la calle de Alcalá.
Pasados 20 días, la feliz pareja se mudó a La Coruña y el 15 de junio del mismo año pusieron rumbo a Caracas. Allí, María Teresa se reencontraría con su familia, uniéndose también con la familia de Bolívar. Este final feliz, duraría poco, pues poco tiempo después, María Teresa enfermó y murió apenas 8 meses después por fiebre tifoidea.
Según los biógrafos de Simón Bolívar, este acontecimiento le marcó de tal manera que, jurando no volver a casarse, centró toda su vida en liberar su patria.
