24 años de espera quedaron sepultados este sábado. Ese tiempo tuvo que esperar el judo español para conquistar una medalla olímpica tras el oro de Isabel Fernández en Sydney 2000. Lo logró de la mano de Fran Garrigós, quien además de ponerle fin a la racha negra, inscribió a España en el medallero bien temprano en estos Juegos.
El oriundo de Madrid venció al georgiano Giorgi Salardashvili en un combate sumamente parejo que se definió en el tiempo extra con un waza-ari, maniobra que se consigue cuando el adversario apoya la espalda en el tatami, aunque no en su totalidad. Un premio más que de consuelo tras haber caído previamente en la semi ante el kazajo Yeldos Smetov, a posteriori ganador del oro en la categoría -60 kgs al superar al francés Mkheidze en la final.
La de Garrigós es la séptima medalla en la historia del judo español y una que pone algo de justicia a una extraordinaria carrera en este deporte. Fran no había tenido suerte en sus dos primeras experiencias en Rio 2016 y Tokyo 2020, quedando eliminado en primera ronda. Y pese que a fue campeón Mundial en 2023 en Doha y tres veces campeón europeo, el judoca destaca este logro por sobre los demás.
«Es el sueño de toda una vida»
«Desde que fui campeón mundial, pensaba que tenía la mitad del camino. La otra mitad, la medalla olímpica, ha caído al fin. Es el sueño de toda una vida. Puedes ser 20 veces campeón mundial, pero una medalla en los Juegos, aunque sea de bronce, vale mucho más, sobre todo para deportes poco mediáticos como el nuestro», aseguró tras la conquista.
No pudo ser para Laura Martínez
La judoca quedó a solo un triunfo de conseguir la segunda medalla de los Juegos. Tras un comienzo arrollador que incluyó tres triunfos al hilo, Martínez perdió en semis y cayó ante la francesa Boukli en el encuentro por el bronce.