78 segundos duró la experiencia de Iván Raúl Buhajeruk, más conocido como Spreen, en un equipo de fútbol profesional. Podría haber durado menos, no importaba. El objetivo estaba cumplido desde mucho antes: que se hablara de él. Detrás de esta penosa estrategia, Deportivo Riestra, una institución acostumbrada a poner el marketing por encima de todo. Y en el medio, un fútbol argentino que podrá ser el campeón del mundo, pero que no deja de acumular papelones.
El club que se encuentra haciendo su estreno en la Primera División de su país firmó un contrato con la estrella de las redes sociales. Pese a no tener ninguna conexión con el la pelota más allá de su gusto por el deporte, lo inscribió a su plantel en el último mercado de pases. Los más de 7 millones de suscriptores en Youtube y otros 9 millones de Twitch le aseguraban a la institución una enorme repercusión. Concentró con el plantel y finalmente saltó al campo de juego este lunes con el dorsal 47 en su espalda.
Sus piernas finitas, su forma de correr tan diferente a la del resto y su total desorientación a la hora de ubicarse en el césped expusieron, por si todavía alguien guardaba alguna duda, la enorme desprolijidad que significó su ingreso a un partido profesional. Para colmo de todo enfrente estaba Vélez, puntero del campeonato y principal candidato al título, por lo que el encuentro tenía una enorme importancia para el certamen.
Spreen no llegó a tocar un solo balón. En la primera oportunidad que tuvieron, sus compañeros cometieron una falta adrede y el entrenador Cristian Fabbiani lo sustituyó. El encuentro acabó igualado 1 a 1, pero los flashes se los llevó todos el especialista en generar contenido. Gracias a Riestra, lo había hecho una vez más.
Llueven las críticas
Como era de esperarse, la presencia de Spreen provocó una enorme repercusión y fueron muchos los que expresaron su rechazo a este tipo de acciones. Brian Romero, delantero de Vélez y goleador del torneo, fue uno de lo más duros.
“Hoy el televisor les mostró a los chicos un atajo y no es ese. Para no entrar en polémica: hoy fue una falta de respeto hacia el fútbol. Lo que ha pasado hoy es un mensaje erróneo a la sociedad, a los chicos, a los que lo intentan hasta lo último», aseguró tras el empate.
Romero se puso en el lugar de los miles de jóvenes que pelean por llegar a Primera: «Hoy me tocó ver a un selectivo que venían de otras provincias en la Villa Olímpica y los chicos se iban frustrados porque no quedaban. Eso es el fútbol, intentarlo hasta lo último, dejar a tu familia y viajar diez horas para jugar. Hoy mostramos un mensaje erróneo para los chicos que vienen de abajo. Desde mi punto de vista hoy me toca decir que ese no es el camino y que lo intenten, que sigan. El fútbol es eso: intentar y fracasar».
Gustavo Quinteros, entrenador de Vélez, se encolumnó detrás de su jugador: «Me voy a guardar mi opinión, clara, pero no la voy a decir públicamente, no quiero que hay gente que se sienta afectada o tocada».
Otro que habló fue Juan Sebastián Verón. El ex-integrante de la Selección Argentina y actual presidente de Estudiantes de La Plata no se anduvo con rodeos: «Una falta total de respeto al fútbol y a los futbolistas».
No es la primera vez
Deportivo Riestra es un club ‘innovador’, aunque la palabra no lleva en este caso su habitual connotación positiva. Su dueño es Víctor Stinfale, un polémico abogado con llegada a Maradona que en el pasado representó a violentos barra bravas o incluso a un acusado de colaborar con el atentado de la AMIA en Buenos Aires. Desde su llegada al club en 2012, Riestra ha dado que hablar tanto por su destacada labor deportiva (ascendió desde la Quinta División a la Primera en tiempo récord) como por sus discutidos métodos para hacerse notar.
Stinfale acercó a Speed, la marca de bebida energética de la cual también es dueño y es el principal sponsor del club. En el último enero, la pretemporada del plantel profesional se realizó en Pinamar, ciudad turística, con trabajos físicos que comenzaban a las 3 de la madrugada y se realizaban a metros de las principales discotecas. Los jugadores toman la bebida al ingresar al campo de juego y también durante los partidos. En los que juega como local, una atractiva DJ se encarga de tocar música electrónica en un estadio que no cuenta con iluminación artificial y con una capacidad para apenas tres mil espectadores.
Si bien el episodio de Spreen fue la cumbre de su estrategia de viralización, Riestra también fue noticia por hacer jugar a un chaval de 14 años solo para ostentar el récord de tener al jugador más joven en debutar en Primera. A ello se le sumó la contratación de Jaime Barceló, un portero con cientos de miles de seguidores en sus redes sociales.
Como se ve, la premisa no es que hablen bien de Riestra. Lo importante es que hablen.