«Una mayoría de gallegos seguiría confiando en Rueda a pesar del
avance del BNG.»
El próximo domingo 18 de febrero los gallegos tienen una cita con las urnas. Según los datos obtenidos por este digital, resultantes del promedio de los datos de otras firmas demoscópicas, el popular Alfonso Rueda, actual inquilino de la Xunta de Galicia, podría revalidar por un segundo mandato, puesto que, salvo sorpresa, el Partido Popular obtendría en Galicia su quinta mayoría absoluta consecutiva.
A lo largo de estas cinco legislaturas muchas cosas han cambiado. Y es que, Alberto Núñez Feijóo, quien, al contrario que otros barones, sobrevivió a las “Mareas”, dejó el liderazgo del PP de Galicia a, un, al menos hasta entonces, desconocido a nivel nacional, Alfonso Rueda. Rueda, al contario que Feijóo, no se tendrá que enfrentar a unas “Mareas” ahora inexistentes, sino que deberá batirse en duelo con un BNG en constante aumento, que ya en la última legislatura había superado holgadamente al, cada día más residual, PSdeG-PSOE. En cualquier caso, a pesar de la caída en diputados y de la preocupante subida de los nacionalistas, la mayoría absoluta no está en riesgo.
A continuación, se procede al desglose de datos por provincia.
A Coruña: Del regionalismo galleguista al nacionalismo gallego
En la provincia de A Coruña, el Partido Popular perdería alrededor de un 4% de votos con respecto al comicio anterior, lo que le restaría un diputado en favor de un BNG que ve incrementados sus apoyos.
Este trasvase de apoyos desde el Partido Popular al BNG, a priori, no se debe tanto a un aumento del número de gallegos de izquierdas, la cantidad de apoyos del PSOE se encuentra más o menos estabilizada, sino a que, con el cambio de líder, un sector del galleguismo se ha pasado del regionalismo de los populares al nacionalismo que defiende la formación dirigida por Ana Pontón.
Pontevedra: el bastión del progresismo en Galicia
Pontevedra es de izquierdas y hay que decirlo. Con su capital, Pontevedra, a la cabeza, la provincia pontevedresa es la única donde la suma de socialistas y nacionalistas da mayoría entre los escaños repartidos en la provincia. Por el resto mismo escenario que en A Coruña, un PP que se deja votos acaba beneficiando a un BNG en crecida por el trasvase de voto nacionalista.
Lugo: Otro escaño que resta
Lugo es una provincia sin grandes cambios desde los pasados comicios. Sin embargo, qué importantes son esas pequeñas cosas. Y es que en Lugo el PP sigue intocable con más del 50% de los votos, pero su pequeña bajada, acompañada de la subida del BNG, se traduce en la pérdida de otro escaño, con respecto a los anteriores comicios, esta vez en la provincia lucense.
Ourense: el eterno bastión.
Ourense es la que nunca falla, la que nunca falla a la derecha. Y es que la provincia de Ourense, con su fuerte base de voto rural, le otorga a la derecha los mismos diputados que la vez anterior. Además, la cosa no se queda solo allí. Y es que la hipotética obtención de un escaño por parte de Democracia ourensana, lo cual podría suceder a costa del PSdeG o del PP, podría otorgarle a la derecha un escaño más en caso de que lo retroceda el PSdeG. Este escaño, con una situación tan apretada como en la que nos encontramos, puede ser vital para que los populares retengan la Xunta. Y es que como canta Jácome en este caso “ourensano decides tú”.
Conclusiones y seguimiento de la jornada electoral.
En síntesis, Galicia se dirige a unas autonómicas apretadas, con un nacionalismo en auge que amenaza de forma realista con despojar al PP de la Xunta. En cualquier caso, estas elecciones tienen difícil lectura en clave nacional. Y es que de confirmarse los sondeos solo podríamos hablar de un trasvase del voto nacionalista y no de un trasvase entre bloques nacionales izquierda-derecha. Por ello es muy difícil que lo que pase el domingo repercuta a nivel nacional.
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