Hace apenas un año, tuvimos la entrega de Transformers: El despertar de las bestias, donde la franquicia volvía con una película que otorgaba más protagonismo a los robots. Fue muy disfrutable, con críticas mixtas por parte de los medios, pero con una muy buena acogida por parte de la audiencia. La película consiguió recaudar 439 millones de dólares con un presupuesto de 195 millones, lo que supone un éxito moderado (considerando que el presupuesto es enorme). Esta franquicia lleva en el cine desde 2007 sin parar de lanzar películas. La saga empezó muy bien, pero las últimas entregas, aunque seguían siendo éxitos de taquilla, se percibieron más como productos comerciales.
De alguna forma, esta saga necesitaba un soplo de aire fresco. Como decía antes, El despertar de las bestias, dentro de lo que cabe, se lo daba. Aparte de dar protagonismo a personajes icónicos, teníamos un nuevo reparto de cara al futuro. Sin embargo, aún así, quizás necesitaban otro cambio de rumbo por completo.
No debemos olvidar que esta icónica saga comenzó en 1984 y finalizó con su primera serie en 1987. Luego hicieron más secuelas en series como Transformers: The Headmasters o Transformers: Victory, además de películas de animación, series más pequeñas y muchos productos para televisión, hasta que, en 2007, llegó una gran producción americana dirigida por Michael Bay, Transformers, que fue un éxito tanto de crítica como de audiencia, siendo un blockbuster espectacular. Luego, el resto es historia: secuelas y más secuelas, con alguna precuela, pero, como decía antes, la saga se fue desinflando poco a poco.
Hasta que se anunció Transformers: One, quizás la película ideal para retomar la saga, contando nuevas historias vinculadas a las nuevas generaciones, donde los verdaderos protagonistas serían los robots. En este caso, la película prometía trasladarnos a lo que fueron las primeras series, ya que no sería live action, sino animación, y los protagonistas serían los robots, contando el origen del protagonista de la saga, Optimus Prime, y de Megatron, el icónico villano de la saga. Cybertron, el planeta de los Transformers, sería el ancla, el núcleo, el lugar importante para contarnos esta historia, de la que solo habíamos visto flashbacks o algunas escenas sueltas en las películas, pero sin ofrecer una obra completa sobre ello. Un gran acierto, destacando como un regalo imperdible si lograse hacerse bien, para cualquier fan, llevándonos al origen de la saga.
¿Es la película que la saga necesitaba?
Con todo ello, ¿entonces Transformers: One es la película que ha cumplido las expectativas? ¿Es la película que necesitaba la saga? Pues, para empezar con titulares fuertes, estamos ante una de las mejores películas de animación del año y la mejor película de la saga desde Transformers 1 de Michael Bay, estando también a la altura de las primeras películas de los años ochenta, aunque obviamente con precedentes muy diferentes.
Con Transformers: One nos vamos a los orígenes de casi todo: es la historia del origen de Optimus Prime y Megatron, y de cómo pasaron de ser hermanos de armas que cambiaron el destino de Cybertron (el planeta de los robots, donde sabremos quién lo fundó, su origen y desarrollo) para siempre, a convertirse en enemigos acérrimos. La película cuenta con un reparto de voces repleto de estrellas, como Chris Hemsworth, Brian Tyree Henry, Scarlett Johansson, Keegan-Michael Key, Steve Buscemi, Laurence Fishburne y Jon Hamm. Obviamente, estas son las voces originales en inglés; en español es otra historia, pero esto puede ser interesante para darle más promoción y marketing a la película.
Una de las cosas que más me ha sorprendido es la animación. Tras ver los tráilers y muchas imágenes promocionales, debo decir que estas no le hacen justicia al resultado tan sólido de la película, tanto por el gran trabajo de iluminación como por el fotorrealismo que se logra en algunos planos. La combinación de CGI y 3D en muchas de las tomas hace que el resultado de la animación sea francamente bueno, consiguiendo incluso un estilo único.
También destaca su banda sonora, que mejora a medida que avanza la película, ofreciendo momentos épicos y una carga narrativa muy potente. Los efectos sonoros, cuando los robots se transforman, disparan, combaten y luchan, están muy cuidados y trabajados. El uso de los planos y la fotografía, junto con la animación, también añaden un punto positivo a la obra, que, gracias a su narración y a la evolución de los personajes, madura en su propia historia. Un gran acierto.
Quizás lo negativo sea alguna decisión narrativa demasiado conveniente, y tal vez un cambio brusco de un personaje en particular, que resulta excesivamente radical. El resto sería buscarle tres pies al gato, y no sería justo tratándose de la obra cinematográfica que nos ofrecen.
En resumen, Transformers: One es un peliculón dentro de la saga, una de las grandes películas de animación de este 2024, y una aventura que no puedes perderte en una sala de cine. Ofrece una experiencia que nos lleva al origen de esta saga y de sus robots tan icónicos, con la que quedarás con muchas ganas de más aventuras y de seguir conociendo este universo tan enriquecedor. Dependiendo del éxito en taquilla, tendremos secuelas o no. Espero que sí, porque seguro que lo tendrá.
