Imagen: Gtres
Kate Middleton, la princesa de Gales, ha vuelto a hacer una aparición pública este domingo tras un largo periodo de ausencia. Desde su participación en el Desfile Trooping the Colour y en un evento en Wimbledon en julio, no se había visto a Kate en actos oficiales. Este desfile es una de las celebraciones más importantes del Reino Unido, con la cual se conmemora oficialmente el cumpleaños del monarca, en este caso, el rey Carlos III.
Aparición en Crathie Kirk
La princesa, de 42 años, fue vista asistiendo a un servicio religioso en la iglesia de Crathie Kirk, ubicada cerca de Balmoral, en Escocia. Este lugar ha sido históricamente un sitio de culto preferido por la familia real británica durante sus estancias en la residencia de verano de Balmoral. Kate asistió acompañada por su esposo, el príncipe Guillermo, y su hijo mayor, el príncipe George. Según las imágenes publicadas por The Sun, Kate lucía radiante, vistiendo un atuendo marrón claro con un sombrero adornado con plumas de faisán, mientras que Guillermo optó por un traje azul marino.
La presencia real en Balmoral
La reaparición de Kate confirma los rumores de que los Gales han estado pasando tiempo en Balmoral junto a sus hijos, en la misma residencia donde ya se encuentra el rey Carlos III desde hace algunas semanas. Además de Kate y Guillermo, al servicio religioso también asistieron el rey Carlos y la reina Camila, con el monarca vistiendo su tradicional kilt escocés y Camila con un traje de tartán rojo y verde. Otros miembros de la familia real presentes fueron el príncipe Eduardo, el marido de la princesa Ana, Timothy Lawrence, y la duquesa de Edimburgo, Sofía, junto a su hijo Jaime, conde de Wessex.
Regreso en medio de la expectación
En las últimas semanas, se había especulado sobre la posibilidad de que Kate Middleton, la figura más popular de la familia real británica, asistiera a los Juegos Olímpicos en París, pero esto no llegó a concretarse. Al final de la competencia, los Gales aparecieron en un video felicitando a los deportistas del Reino Unido.
Desde que en marzo pasado, en un video inédito, Kate revelara que padece cáncer y que estaba sometiéndose a un tratamiento de quimioterapia preventiva, su presencia en actos públicos ha sido casi nula. Esta revelación, que puso fin a semanas de rumores y a una crisis de credibilidad de la Corona, llevó a que la princesa se enfocara en su recuperación y en su familia, mientras los medios británicos respetaban su necesidad de privacidad en este difícil momento.