Fotografía de: Sociedade Nerd
En 2022, se estrenó «X», una película de terror que, sin llegar a ser una obra maestra, recibió una sólida acogida tanto del público como de la crítica especializada. Este filme, dirigido por Ti West, es un homenaje al subgénero slasher y nos transporta a 1979, donde un grupo de jóvenes cineastas intenta rodar una película para adultos en la Texas rural. Lo que comienza como una simple producción se transforma en una lucha desesperada por la supervivencia cuando los ancianos y solitarios anfitriones del lugar los descubren.
La actuación de Mia Goth, quien se destacó como la protagonista, fue uno de los puntos más elogiados de la cinta. La joven actriz ha demostrado un notable talento dentro del género de terror, y su interpretación en «X» es un claro ejemplo de ello. La película va de menos a más, cumpliendo eficazmente su propósito, y West, un director estadounidense de 41 años, confesó que su sueño era hacer una trilogía basada en esta historia. Ese mismo año, estrenó «Pearl», una precuela de «X», nuevamente con Mia Goth en el papel principal.
«Pearl» superó el éxito de su predecesora, recibiendo críticas aún más positivas y consolidándose como una obra destacada en el género. Resulta notable que ambas películas, con un presupuesto de apenas un millón de dólares cada una, lograron recaudar 15 y 10 millones respectivamente. Este logro es especialmente impresionante considerando la cuidada ambientación y escenografía, que, sin ser de gran escala, logra transportar al espectador a las épocas retratadas de manera sobresaliente.
La precuela se centra en la historia de Pearl, quien, bajo la opresiva vigilancia de su madre devota, debe cuidar de su padre enfermo mientras sueña con una vida glamurosa como la que ha visto en las películas. La actuación de Mia Goth en esta película es memorable, consolidándose como una de las interpretaciones femeninas más impactantes del cine de terror en los últimos años. Su encarnación del personaje de Pearl es tanto inquietante como fascinante, con escenas que dejan una huella indeleble en el espectador.
Tras el éxito de «Pearl», se anunció la tercera entrega de la trilogía, titulada «Maxxxine», que narra la historia de Maxine, la superviviente de los sangrientos incidentes de «X», mientras lucha por alcanzar la fama en el Los Ángeles de la década de 1980. Con un presupuesto significativamente mayor de 15 millones de dólares, el estudio apostó fuerte sabiendo del éxito previo, y aunque las críticas han sido mayoritariamente positivas, algunas opiniones han sido mixtas. Sin embargo, la recepción ha sido sólida en general.
El mayor acierto de esta trilogía ha sido la constante presencia de Mia Goth, cuya actuación ha sido clave para convertir estas películas en una saga icónica. Su imagen se ha consolidado como un símbolo de la trilogía, capturando la atención del público de manera única. Ahora, la pregunta que queda es: ¿ha cumplido «Maxxxine» con las expectativas generadas?
¿Un buen cierre para la trilogía?
Quizás la mejor palabra para definir el cierre de esta trilogía sea «agridulce». La película ofrece una primera hora notable, con una cuidada puesta en escena que captura de manera impecable la esencia de la década de los 80. Sin embargo, los últimos 40 minutos, junto con el guion, se desinflan progresivamente, culminando en un acto final que, aunque no carece de ideas interesantes, resulta insatisfactorio y mal ejecutado.
La trama nos sitúa en el Hollywood de los años 80, donde Maxine Minx, una estrella de cine para adultos y aspirante a actriz, finalmente consigue su gran oportunidad. Sin embargo, un misterioso asesino comienza a acechar a las estrellas de Hollywood, dejando un rastro de sangre que amenaza con desvelar su oscuro pasado.
La película introduce a varios personajes interpretados por actores de renombre. Giancarlo Esposito encarna al abogado y agente de confianza de Maxine, mientras que Kevin Bacon interpreta a un detective privado que pondrá a prueba a la protagonista en más de una ocasión. Michelle Monaghan, por su parte, da vida a una investigadora policial encargada de los asesinatos que sacuden la ciudad.
El mayor presupuesto de esta entrega se refleja en su elenco estelar. Aunque las actuaciones son, en general, excelentes, uno podría preguntarse si el filme habría perdido mucho con actores menos conocidos y de menor caché. Kevin Bacon, sin embargo, destaca especialmente, mostrando su habitual carisma y magnetismo.
La película ofrece una experiencia inmersiva, recreando a la perfección la estética y la cultura social de la época: los videoclubs, el desenfreno del porno, el cine en Los Ángeles y las dinámicas de la industria, incluyendo las divisiones de género que marcaban ese tiempo.
En resumen, es un adiós satisfactorio, aunque podría haber aspirado a mucho más. No logra ser tan sólida como sus predecesoras, y el final, aunque no es malo, deja un sabor agridulce. A pesar de ello, Mia Goth sigue brillando como en las anteriores entregas, manteniendo un nivel actoral muy alto.
Esta trilogía ha logrado algo notable en términos de marketing, con imágenes icónicas y el lanzamiento al estrellato de una actriz que ha sido el rostro de tres películas que, aunque no memorables, han dejado una huella estética en la cultura de estos años. Su mayor virtud es que, aunque cada película se siente distinta, todas se retroalimentan de manera magistral, conformando una trilogía peculiar y destacable.