Imagen: Joe Biden recibe a Benjamin Netanyahu en el Despacho Oval, el pasado 25 de julio. Andrew Harnik
La orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) contra el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y su exministro de Defensa Yoav Gallant no ha convencido a todos los países. Los principales aliados de Israel no van a hacer caso al tribunal e incluso hay varios países que han ratificado su jurisdicción y que no van a cumplir con ese compromiso. Todo ello, pese a que el Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior Josep Borrell asegurase que la orden de arresto es “vinculante” y, por tanto, los Estados miembros de la UE deben garantizar su aplicación.
El principal aliado de Israel, Estados Unidos, que no reconoce a la CPI, ha descartado desde el primer minuto que se plantee la detención de Netanyahu si viaja a ese país. De hecho, para Joe Biden, es una decisión “escandalosa” y en este punto se espera que Donald Trump mantenga la misma postura.
Alemania sugiere que no arrestará a Netanyahu
El portavoz principal del Ejecutivo alemán Steffen Hebestreit ha señalado que “le cuesta imaginar” que en Alemania se ejecute esta orden de detención sobre Netanyahu, pese a que Alemania es parte del tratado y estaría obligado a cumplir con la orden. En un comunicado deliberadamente antiguo, Hebestreit decía que Alemania “toma nota” de la decisión de la CPI, pero recordaba que su país “participó en la redacción del estatuto del tribunal y es uno de sus principales apoyos”. “Al mismo tiempo, es una consecuencia de la historia de Alemania que tenemos relaciones únicas y gran responsabilidad con Israel”, ha apuntado.
Francia y Reino Unido no se mojan; otros países sí
Francia, por su parte, se ha remitido a admitir que necesita más tiempo para ver cómo actuar y Reino Unido habla de “respeto” a la decisión del tribunal, pero sin aclarar si Netanyahu sería arrestado si viajara a Londres.
Los 27 países países de la Unión Europea asumen la jurisdicción de la CPI, pero este caso ha demostrado que no existe una posición común para cumplir con los compromisos firmados. Por una parte, hay un grupo de países que sí van a acatar la decisión del tribunal. Es el caso de España, que ya ha asegurado que cumplirá con la orden de detención. Una posición que va en la línea del Alto Representante europeo, quien ha recordado que la decisión es vinculante.
Países Bajos ha confirmado que llevaría a cabo ese arresto y de hecho el ministro de Exteriores neerlandés ha suspendido un viaje que tenía previsto hacer a Israel el lunes. También Irlanda asume la decisión de la Corte.
Por el contrario, hay países que, a pesar de reconocer a la Corte, no van a cumplir con su orden. El caso más claro es el de Hungría, cuyo primer ministro Viktor Orbán ha llegado a decir este viernes en la radio nacional de su país que no sólo no va a hacer caso, sino que «en este mismo momento invito al primer ministro de Israel a que visite Hungría».
Argumentos parecidos ha dado el vicepresidente italiano Matteo Salvini, quien confirma que Netanyahu «será bienvenido si viene porque los criminales de guerra son otros». En la misma línea se ha expresado el gobierno de Austria. Y fuera de la Unión Europea destaca el respaldo mostrado por el argentino Javier Milei, país que también reconoce a la CPI.